EL PRIMER VESTIDO BLANCO

Ante la incertidumbre que trajo consigo la cuarentena, Stephanie Gosling redobló esfuerzos y visualizó nuevas estrategias. Su creatividad y persistencia dieron origen a una línea ready to wear dedicada a quinceañeras para que, a pesar de la situación actual, celebren la vida enfundada en sus vestidos soñados. En esta edición, la diseñadora de alta costura nos relata todo acerca de esta colección cápsula, desde las ideas que puso a prueba para lograrla hasta los retos que atravesó al confeccionar los diseños tan anhelados.

Fotos: Ismael Prado. Dirección de Producción: Bethania Achón.

Varias industrias se pusieron a prueba para adaptarse durante este periodo de cuarentena, y el mundo de la moda no fue una excepción. En el caso específico de Stephanie Gosling , fue su ingenio el que la llevó a sobresalir de la coyuntura actual, destacándose por su firmeza y su mente imparable a la hora de diseñar.

 Un poco antes de la llegada del covid-19, Gosling realizó la entrega de una de sus piezas, sin saber, al igual que todos nosotros, el cambio tan drástico que se avecinaba. “Le llevé el vestido de misa a una quinceañera y como su cumpleaños era en plena cuarentena, finalmente lo usó para festejar en casa con su familia. Yo posteé las fotos en mi cuenta de Instagram @stephanie_gosling”, inicia.

 A raíz de la publicación, madres de futuras quinceañeras comenzaron a solicitar vestidos blancos y sencillos para sus hijas. La diseñadora, consciente de que este es un requisito ineludible para las jóvenes a la hora de festejar su llegada a la edad de las ilusiones, se propuso hacer algo para no dejar pasar tan especial ocasión, respetando los protocolos sanitarios.

 Con el bosquejo mental de lo que parecía ser un reto para sus cinco años en la alta costura, la diseñadora se enfrentó a varios desafíos, como la limitación de herramientas debido al confinamiento. “Hice una recopilación de todas las telas y materiales que tenía en mi taller, ya que todas las tiendas estaban cerradas y, por lo tanto, no podía comprar. Por suerte, tenía un stock interesante que aún no había usado, así que empecé con eso”, cuenta. Con el inventario de los tejidos disponibles en su atelier, se dispuso a dibujar distintos modelos y distribuyó la labor a su equipo, para que lo trabajen en conjunto en la distancia. “Tuvimos que ingeniarnos con mi equipo con lo que teníamos, pero con creatividad y propósito, resultó mejor de lo planeado”, agrega.

 Esta línea “se trata de vestidos blancos listos para llevar, para las niñas que cumplen 15 años durante la cuarentena y quieran celebrar íntimamente con su familia. Son un poco más sencillos que los que solemos realizar para las grandes fiestas, pero no por eso dejan de tener detalles y tejidos delicados para las agasajadas”, afirma Gosling acerca de su nuevo proyecto, que la encaminó a otra interesante faceta de su carrera como profesional.

“De alguna forma toda mujer sueña con el vestido blanco en distintas etapas de la vida, y el de 15 es el primero”.

 Y aunque inicialmente pretendía que la colección cápsula comprenda nada más que seis piezas, la diseñadora agudizó su inventiva y triplicó el número de vestidos que lo componen, a unos 20 en total. Tules bordados, guipures rústicos, organzas de seda, siempre con detalles de volados, así como pasamanerías, mangas importantes, flores 3D y la combinación de distintas texturas son los géneros y estilos empleados en esta solicitada línea por las jovencitas, que están ansiosas por lucir las creaciones en una ocasión que siempre recordarán con inmenso cariño.

 Ante nuestra curiosidad acerca de su experiencia confeccionando para quinceañeras, Gosling respondió: “De alguna forma toda mujer sueña con el vestido blanco en distintas etapas de la vida, y el de 15 es el primero”. A la diseñadora le resulta gratificante acompañar las distintas ocasiones importantes para sus clientes desde lo que le apasiona: la moda.

 Lo que más disfruta de confeccionar vestidos cortos de quinceañeras es la expectativa que se genera cuando una niña confía esta tarea a sus habilidades, además del gran esfuerzo que debe realizar para interpretar sus deseos y, a la vez, hacerlos especiales para que creen un impacto. “Con ellas puedo desarrollar mi creatividad al máximo, me emociona mucho confeccionar los vestidos con detalles y combinar texturas. A veces quedamos en hacer algo sencillo, pero siempre, siempre voy agregando cosas hasta darle un toque que lo deje ideal”, confiesa.

 Materializar los sueños de las personas no es tarea fácil, y mucho menos en la situación actual en la que nos encontramos, que nos aleja de los demás, pero con la visión optimista que la caracteriza, Stephanie Gosling finaliza con las siguientes palabras: “Creo que todo depende de nuestra actitud, aun con esta realidad que enfrentamos, no veo motivo para dejar pasar algo tan lindo como cumplir 15 años. Aunque sea dentro de casa y siguiendo al pie de la letra los protocolos, allí pertenece nuestro corazón: en nuestro hogar, con nuestros seres queridos, celebrando todos juntos”.