CONEXIÓN DESDE EL VIENTRE

EL RETO DE CRIAR A TRES PEQUES

Chantal Gayet esperaba a su segundo hijo. Estaba de lo más tranquila cuando fue a uno de sus primeros controles: “En la ecografía, de una vi a los dos bebés antes que el doctor diga y me quedé muda, no podía decirle nada y cuando el médico dijo: ‘¡Epa, epa! Acá veo algo’ —nunca voy a olvidar sus palabras—, traté de hablar y seguía sin poder hacerlo, hasta que dijo: ‘Son dos’. Ahí me puse a gritar, llorar y reír, todo a la vez. Fue el shock más grande de mi vida, realmente nunca me imaginé que podía tener mellizos. Hasta ahora les miro y no puedo creer que tuve dos bebés en mi panza”. Así fue como Chantal pasó de ser madre de uno, a madre de tres. Casada con Nicolás Corvalán, el 6 de agosto del 2018 llegó al mundo Juan Ignacio, quien le dio el título de mamá. Y los mellis, Nico y Lara, nacieron el 7 de setiembre del año pasado.

¿Qué sentiste con la primera patadita?

– Con los mellis, los primeros movimientos eran especiales, porque no reconocía quién era quién. Pero después, como sabía que Lara estaba a la derecha y Nico a la izquierda, podía identificar más fácilmente, les hablaba y tocaba a cada uno.

¿Cómo es ser madre de mellizos?

– Es bastante diferente que ser mamá de uno solo porque ese bebé tiene toda tu atención y dedicación. A veces los dos quieren upa o mamar en el mismo momento y se complica un poco. Pero con el tiempo vas aprendiendo a organizarte y a conocerles, te adelantás al hambre y al sueño. Creo que la clave es tener rutinas. Y cuando van creciendo, se va haciendo más fácil.

¿Siempre soñaste con convertirte en madre?

– Sí, definitivamente. Pero siempre digo que es algo que una realmente tiene que querer.

¿Algún mensaje para las madres primerizas?

– No tener miedo a pedir ayuda. A veces queremos hacer todo nosotras porque nos enseñan que mamá puede con lo que sea y creo que hay que normalizar que no siempre es fácil la maternidad, especialmente la primera vez y está bien estar cansadas, tener sueño, querer salir un rato solas.