TALENTO Y VOCACIÓN

Patricia Sticker de Pangrazio es una creativa innata en lo que respecta al diseño y la decoración. De profesión abogada, recibida en Alemania hace 20 años y traductora pública de inglés y alemán, nos confiesa que, aunque le apasiona su trabajo, siempre se sintió atraída por crear ambientes en donde las personas compartan momentos agradables y se sientan bienvenidas. Es así como tomó el desafío de renovar una de las primeras casas del pueblo de San Bernardino, construida por los bisabuelos de su marido a finales del siglo XIX. A continuación nos cuenta con detalles la transformación del lugar, que representa para ellos una joya familiar.

Por Ada Cabral. Fotos: Beto Sanabria. Dirección de producción: Bethania Achón.

Se considera una persona con pensamiento optimista y actitud positiva. Eso se refleja en todo lo que hace, en especial en su trabajo. Está casada con Osvaldo Pangrazio Kullak, es madre de Valentina (27) y Catalina (23) Pangrazio Sticker, quienes son los pilares fundamentales de su vida y su motivación diaria. Patricia nos cuenta cómo descubrió su vocación, ya que recuerda que de pequeña le gustaban el arte y el diseño de interiores. Todo empezó con la decoración de su casita de muñecas y, luego, al mover de lugar los muebles de su dormitorio cada tanto. “Desde niña noté la importancia de una buena ambientación para todo tipo de encuentro, tanto profesional como social. La interacción de las personas fluye mejor en un espacio bien distribuido. Un ambiente positivo conlleva a pensamientos positivos”, expresa.

 Cuando no está trabajando entre papeles o mobiliario, ocupa su mente y entusiasmo en viajar y descubrir culturas. Justamente es esa la actividad que más le inspira al momento de crear ambientes agradables para el disfrute de todos: “La experiencia de vivir en diferentes países y los viajes abren la mente, permiten apreciar la belleza en cada uno. En mi familia nos enseñaron a apreciar los detalles y la hermosura de lo que nos rodea”. Ella y su hija Valentina nos recibieron en su casa de San Bernardino para mostrarnos los detalles de la remodelación que llevó un proceso de dos años, y que representó para Patricia un honor y un desafío personal al que le dedicó todo su esfuerzo y cariño.

A tu parecer, ¿cómo debería ser la casa ideal?

– Debe ser un lugar agradable en donde la familia pueda compartir cómodamente.

Visitamos tu hogar en San Bernardino. ¿Qué representa para vos ese lugar?

– La primera vez que fui, me enamoré de la casa. Fue construida por los bisabuelos de mi marido, Franz Kullak y Delia Ceballos. El bisabuelo vino de Alemania desde Prusia para hacer negocios en Argentina y Paraguay. Sentí una conexión con mis raíces, con mi cultura alemana. Fue un honor ayudar a renovar el hogar de la familia Kullak, que se pasó de generación en generación desde su construcción, con mucho apego sentimental.

¿Qué es lo que más te gusta de esta residencia?

– La casa es bella, mágica. Su estilo es único y cautiva con su charme y nobleza natural. La amplia galería aporta frescura, aun con las temperaturas altas.

¿Cómo es su estilo y en qué año se construyó?

– Construida por los antepasados alemanes en la época de la fundación de San Bernardino a finales del siglo XIX, es una de las primeras casas del pueblo. Refleja el estilo de la época traído por los europeos.

Al momento de remodelar y decorar los espacios, ¿lograste materializar cada idea?

– Sí, mi objetivo era mantener el estilo original de la casa y adaptarla a las necesidades actuales, al darle un toque moderno.

¿En cuánto tiempo estuvo lista? ¿Recibiste ayuda de tus hijas?

– Fue un proceso de dos años. Todos los que trabajaron en la casa fueron espectaculares, parecía que se emocionaron al darle vida nueva a la construcción antigua. Naturalmente he recibido mucha ayuda de Valentina, con su buen gusto e ideas creativas; también de Catalina, que me ayudó en las decisiones decorativas.

¿Cuáles son los ambientes con los que cuenta la casa?

 – Cuenta con dormitorios, sala, comedor, quincho, cocina y, lo más importante, la galería amplia con vistas al jardín. ¿Cuáles son tus espacios favoritos y qué es lo más significativo que sucede en ellos? – La galería que rodea a casi toda la casa es el lugar preferido. Con su amplitud y altura, aporta frescura y vistas al jardín con los árboles añosos.

¿Qué es lo que más resalta de la residencia?

 – Su nobleza natural, que impresiona con sus estructuras y líneas claras.

¿Hay objetos o muebles que decoran tu hogar que tengan un significado especial?

– Hay varias cómodas y armarios antiguos. Una de ellas es muy especial, pues allí se guardaba el pote de dulce de leche, y cuentan que los nietos lo comían a escondidas.

“Fue un honor ayudar a renovar el hogar de la familia Kullak, que se pasó de generación en generación desde su construcción, con mucho apego sentimental”

¿Cuáles son tus recomendaciones a la hora de ambientar una residencia?

– Se debe pensar en las personas que viven en la casa, sus edades y necesidades, para crear un espacio alegre y cómodo para reunirse y disfrutar.

¿Cuál es la diferencia más relevante entre tu hogar habitual y este?

– La casa de San Bernardino está enfocada en ser un punto de encuentro para toda la familia y los amigos. Es un lugar de muchos recuerdos familiares.

¿Qué lugar en el mundo te sorprendió, emocionó o inspiró por su arquitectura y diseño?

– En cuanto a vivir en lugares cálidos como Paraguay, lo que más me llamó la atención son las galerías y patios interiores que vi en países mediterráneos, que aportan frescura y buen ambiente.

¿Cuáles son tus proyecciones a futuro?

– La remodelación y decoración de una casa propia es un proceso hermoso que nunca acaba, y refleja el desarrollo y crecimiento de las personas que viven en ella.