NATALIE BALLASCH

Su lienzo ideal son los colores neutros, atemporales; con delicadeza agrega texturas, colores y contrastes para lograr una perfecta armonía en sus trabajos. Nathalie es decidida, extremadamente detallista y de firmes convicciones. Se propuso ser arquitecta y para ello se formó en la Universidad Católica de Asunción. Ya en la facultad, comenzó a hacer algunas reformas hasta que abrió su propio estudio, empezó sola y ahora trabaja con un equipo de arquitectos e ingenieros.

Se declara de estilo moderno y vanguardista; lo más importante para ella es el gusto de cada cliente, que le agrada complementar con un poco de sí misma en cada proyecto. Al final de la entrega, lo más gratificante para Nathalie es ver el trabajo completo y con su toque personal.

Fuera de lo laboral, le encanta viajar con su familia: sus hijos Mateo (23), André (21), Franco (17) y Marco (11), y Jorge Ferreira, su marido, para renovar energías y lograr que las ideas fluyan con más creatividad. “Cada lugar es único, tiene sus encantos y me ayuda a inspirarme”, comenta. Su arte también se nutre bastante de la pintura y las manualidades, añade.

Pero su lugar favorito en el mundo es su hogar, donde pasa los momentos más felices. “Mi casa es acogedora y cada uno de sus espacios transmite paz, armonía y tranquilidad”, dice. Una de las características que más ama Nathalie de su morada es la forma en que la naturaleza se integra en los ambientes. A continuación, nos cuenta en detalle cómo se forjó su refugio.

¿Te involucraste mucho en la proyección de tu residencia?

– Anteriormente vivíamos en una casa de estilo moderno, también proyectada, diseñada y dirigida por mí. Pero la calle principal fue asfaltada, muy concurrida, entonces consideramos que no era lo ideal para nuestros hijos pequeños, así que decidimos buscar un lugar más tranquilo y seguro para ellos. En ese momento, una amiga que trabaja en el rubro inmobiliario nos mostró un condominio con un último terreno disponible. Nos entusiasmó, ya que podríamos diseñarla a nuestro gusto, y así lo hicimos. Mi esposo y yo nos inspiramos en un viaje al sur de Francia. Mientras caminábamos por tierras galas, observamos las casas más bonitas y dijimos que el estilo de nuestro hogar debía ser clásico.

¿Fue tarea fácil diseñar tu propia casa?

– Realmente fue muy difícil, ya que todos los espacios debían seguir una línea de estilo clásico y conforme a mi gusto y función.

¿Cuáles son los espacios más especiales de tu hogar y por qué?

– Cada rincón de nuestra casa es enteramente funcional y muy especial. Por ejemplo, el quincho es para compartir en familia; el estudio es mi espacio de trabajo, donde me reúno con mi equipo; la sala es el corazón de la casa, donde convivimos con nuestros hijos, y la cava subterránea es superespecial porque hacerla representó un gran desafío.

¿Cómo son los muebles y detalles que decoran tu hogar?

– Mi casa es de estilo ecléctico; algunos muebles son clásicos, otros modernos, pero siempre logran unidad.

¿Cuál es la línea que sigue la deco de tu residencia?

– Los espacios son de tonos neutros con pequeños toques de color que siguen una línea clásica y atemporal.

¿Hay algún mueble, cuadro o detalle que signifique mucho para vos, ya sea porque te gusta demasiado o tenga un valor sentimental?

– Sí, el cuadro de la Virgen con Jesús del hall de entrada es una herencia de la casa de mis padres. También en la sala de tevé hay un barco de colección que pertenecía a mi hermano Hiro, que nos dejó el año pasado.

¿Qué papel cumplen las plantas y la iluminación en tu hogar?

– Para mí es muy importante vivir rodeada de naturaleza y la luz del sol.

La mayoría de mis diseños tienen jardines internos o espacios que contemplan una relación con el exterior; siempre se encuentra un lugar verde, natural, y eso a la vez aporta mucha claridad.

¿Qué colores te resultan infalibles a la hora de ambientar o crear?

– La mayoría de mis diseños comienzan con colores neutros, atemporales; así voy agregando diferentes texturas y colores, los cuales pueden ser cambiados fácilmente con el tiempo.

“La mayoría de mis diseños comienzan con colores neutros, atemporales; así voy agregando diferentes texturas y colores, los cuales pueden ser cambiados fácilmente con el tiempo”.

¿A quién admirás dentro de tu profesión?

– Admiro a los grandes que marcaron tendencias: Le Corbusier, Antoni Gaudí; y los actuales como Frank Gehry, César Pelli y Sordo Maldonado. Desde pequeña aprendí de mis padres a apreciar el arte y la cultura, a valorar el trabajo de artistas en sus diferentes formas. Me enseñaron a no darme por vencida pese a las dificultades, a continuar trabajando honestamente y así cumplir mis aspiraciones y sueños.

¿Qué pueblo, ciudad o país del mundo te sorprendió gratamente y/o te inspiró?

– Muchos lugares que he visitado tienen sus propios encantos. En cada viaje aprendo y me inspiro en sus costumbres, estilos de vida y paisajes.

¿Qué debe tener en cuenta uno a la hora de empezar a construir la casa de sus sueños?

– Antes que nada, debe contar con un presupuesto realista, pues el profesional tendrá que adecuar su diseño.

También es importante que defina claramente sus usos y gustos.

¿Qué es lo más gratificante que te dejó tu profesión?

– La satisfacción de cumplir sueños.

¿Cuál fue el proyecto más desafiante que tuviste que realizar?

– Una funeraria, ya que tuve que investigar y aprender mucho sobre el tema. Fue muy difícil pero desafiante a la vez.

Actualmente, Nathalie está al frente de varios proyectos en desarrollo, entre  ellos una casa de campo en el Chaco paraguayo. Ningún desafío es pequeño, cada trabajo es una gran experiencia. Pero sin dudar afirma que uno de sus sueños es diseñar una casa de verano frente al mar.