PACTO DE AMOR
Todo comenzó hace ocho años, cuando un amigo en común los presentó. Desde entonces, sus corazones se entrelazaron y supieron que habían encontrado a la persona indicada. Juliana Bosch Rambaldi e Ygor Trociuk Luzko, comparten un profundo sentimiento que los condujo al altar.
La propuesta de matrimonio fue simplemente única e inolvidable. En la paradisiaca isla de Zanzíbar, Tanzania, con el sol poniéndose en el horizonte, Ygor le entregó el anillo a Juliana. La gran cita fue el 22 de julio pasado en AguaVista Club de Campo Residencial, en San Juan del Paraná, Itapúa. La pareja decidió casarse allí porque, además de que Ygor es de Encarnación, es un lugar feliz para ellos y consideran que allí inició su historia.
En su gran día, Julie estaba muy emocionada y a la vez tranquila porque tenía un increíble equipo que la acompañó desde Asunción, pero sobre todo, estaba ansiosa por encontrar a su prometido en el altar. Llegó a la ceremonia en el auto antiguo de su padrino, Robert Bosch, un impecable Rolls Royce. “Nos tocó un día increíble, no podía creer la suerte que tenía de estar con mi papá al lado mío en el momento más soñado, con tanta gente querida alrededor y caminando hacia el amor de mi vida”, recuerda ella.
La ceremonia litúrgica ortodoxa fue emotiva y llena de amor, con muchos detalles que realzaron el sublime acontecimiento. Luego del acto religioso se desató la fiesta con muchos momentos de baile, como uno típico de Ucrania, que organizó la mamá de Ygor con su academia de danza, además de la comparsa de Encarnación, fuegos artificiales de varios minutos y tres pistas en simultáneo con los DJs Puli Demaría, de Argentina; el compatriota Hallam Nolan y, como broche de oro, el brasileño Bruno Martini.
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