ESENCIA DE NOVIA

Cautivadas por su creatividad e ilusionadas por enfundarse en una pieza suya en tan especial ocasión, son varias las mujeres que pasan por el atelier de Stephanie Gosling en busca del diseño anhelado. Con la versatilidad como característica principal de su trabajo y una estética en la que impera el more is more, la diseñadora enamora a futuras novias con originales propuestas realizadas enteramente a mano.

LARA ABREU

La diseñadora nos habla acerca de esta novia y nos confiesa que “trabajar con Lara fue para mí superfácil y placentero, ya que sentí una total confianza en mi labor desde el primer día. Ella sabía bien lo que quería, pero juntas fuimos sumando cada vez más detalles al vestido. Utilicé un tul bordado en hilo de seda traído de España; para el escote realicé una especie de redecilla calada en Richelieu y el ruedo llevó un zócalo de flores 3D hechas a mano, que fui difuminando hasta perderse más arriba”. El diseño estuvo completo con un velo de 10 metros de tul inglés, que llevó aplicaciones del mismo tul y también las flores 3D del vestido.

RENATA OLMEDO

Stephanie nos habla de esta novia cuyo wedding dress significó la primera vez que un ser querido acudía a su arte, en una ocasión tan única como su boda. Con mucho cariño, relata que “Rena es mi amiga del colegio y hacerle su vestido para mí fue muy especial. Desde el inicio, me solicitó que sea bohemio y yo además quería que tenga mucha personalidad”. Acerca de su creación, nos explica que logró esas dos cosas con un diseño enteramente de tul bordado en hilo de seda y pedrerías que recortó figura por figura para armarlas en las pruebas, además de largos flecos de seda en los costados para agregarle movimiento.

VERÓNICA RECALDE

“Recuerdo muy bien mi primera reunión con Vero porque tenía sus ideas claras: quería que su vestido llevara mangas largas y tul plumetí. El resto me lo confió, así que lo tomé como un desafío. Esto dio lugar a una pieza clásica y muy romántica como ella”, cuenta Stephanie. La novia llevó al altar una creación elaborada en base al género que solicitó, combinada con encaje chantilly de seda natural y guardas de encaje aplicadas en la sobrepollera de tul inglés. Todo complementado con un cinto de piedras, mostacillas, canutillos y strass, lo que le agregó un toque vintage al look nupcial.

SOL ESCOBAR

“Me encantó el proceso del vestido de Sol. Fue mucho esfuerzo el que empleé para lograrlo debido a su autenticidad”, rememora la diseñadora. La novia se enfundó en lo que significó un gran trabajo artesanal para Stephanie Gosling, quien utilizó como lienzo el cuerpo de la protagonista para ir armando su obra en cada prueba. El resultado fue un wedding gown ideado con una redecilla sobre la cual se confeccionó una enredadera de ramas y miniflores de tul bordado que partieron del ruedo y subieron hasta el escote. Unas 500 flores de gasa tafeta y organza de seda fueron hechas también a mano para la cola de este vestido de ensueño.