Bodas de perla. Lleva 30 años casada con Gustavo González Planás y juntos son los orgullosos padres de 10 hijos, a quienes crió por igual, con amor, comprensión, paciencia y valores humanos. Lourdes Benítez nos relata su experiencia con la maternidad y la manera en que sus amores la inspiran cada día a ser la mejor versión de sí misma.
Fotos: Gentileza.
¿Cuántos años llevás de casada? Este año cumplimos tres décadas de casados con mi esposo, Gustavo González Planás.
¿Cómo se llaman tus hijos? ¿Tienen nietos? Soy mamá de María Paula (28), José Mauricio (27), María Gracia y María Alegría (25), Federico (24), Milagros (21), Victoria María (16), Genaro (15), Roque de Jesús (13) y María del Pilar (9). También tengo una nieta que se llama Rafaela, que tiene ocho años y es mi adoración.
Con Gustavo, ¿cómo recibieron la noticia del primer embarazo? Creo que primero estuvimos asustados, pero sin duda muy felices. Recuerdo que, para anunciarlo, hicimos un asado que supuestamente era solo para seis invitados y vinieron 16 personas. Mi esposo siempre me hace eso… y yo le suelo decir que me sobrevende el vuelo.
¿Siempre imaginaron que tendrían una familia numerosa? Sí. En nuestros planes, tres décadas atrás, hablábamos de seis hijos. Como
anécdota te cuento que, cuando nació Milagros, la sexta, mi esposo me regaló un reloj y me dijo: “¡Lo logramos!”. Pero, no sé ni por qué, cuando estaba por cumplir 30 años él me preguntó qué quería de regalo y yo le contesté muy segura: “Una hija que se llame Victoria”. Me regaló cuatro hijos más, a quienes les llamaba mis Michimi; ahora ya están enormes y hasta me pasan en altura.
¿Cómo es ser madre de 10? Soy y hago todos los días lo mejor que puedo. A veces termino la jornada cansada, otras, enojada o riendo y disfrutando. No hay un día igual.
¿En qué aspectos de tu maternidad sentís que te pareces a tu mamá?¡Qué difícil responder tu pregunta! Mi mamá es Mafalda, y yo, Susanita, pero definitivamente heredé su creatividad.
Para vos, ¿qué es lo más lindo de ser mamá? Que cada uno te vuelve más sabia. ¡Ellos te enseñan tanto! No tengo hijos parecidos, son 10 únicos.
¿Y lo más desafiante? Ser la madre que ellos esperan que sea. Es un desafío casi vertiginoso, demanda estar muy alerta y muchas veces no me es posible mantener esa armonía. Es como la tarea del equilibrista, que camina sobre la delgada línea que, en este caso, está entre respetar y respetarme.
En tu opinión, ¿la familia es sinónimo de…? Amor, diversidad, tolerancia y respeto. Mi familia es un lindo jardín en el que todos aportan lo suyo, me regalan colores y formas diferentes. Es un lugar mágico porque ese es mi sitio en el mundo.
¿Cuáles son las cualidades que te caracterizan? Soy hiperactiva, muy pragmática y no me detengo mucho en las cosas que van pasando, lo resuelvo como puedo y sigo. Disfruto de esa suerte de superpoder que Dios regala a todas las mamás, que algunos llaman “ojos biónicos” y otros, “el sexto sentido”, que hace que podamos presentir y ver las cosas desde un lugar distinto. A veces esta intuición puede ser una pesadilla para los hijos, pero para mí es un hermoso don.
Y si tuvieras que hablar de tus pasatiempos… Leer es lo único que me mantiene ajena, es como subir a un lugar de la nada, que me permite estar en otros espacios y conocer distintas personas… me entretiene muchísimo.
¿Quién te inspira a lograr tus metas? Me inspira mucha gente, pero sobre todo mis amores: mi esposo, mis hijos, mi familia, mis amigos y mis clientes. Todos tienen algo que me encanta, siento que soy parte de un equipo y necesito del talento todos y cada uno.
¿Cómo compaginás tu rol de madre con tu vida profesional? Me dedico a organizar, ordenar y optimizar casas o espacios de otras personas. Mi emprendimiento se llama #ESPACIOSENORDEN. Cuando mis hijos eran más chicos, hablo de los primeros seis, no tenía un tiempo para mí, era muy joven e inexperta, pero me repetía una y otra vez como un mantra: “Este no es mi momento”.
Después probé muchas cosas, porque me gusta crear y también me apasiona el diseño. Así fue como sentí el bichito interior de descubrir mi vocación, aparte de ser madre, que claramente había ejercido y desarrollado. Afiancé mis ideas y descubrí mi talento… la palabra organizar empezó a sonar cada vez más fuerte, fue como redescubrirme. Entonces estudié y tuve la gracia de contar con maestras excelentes. Todo esto sumado a mi experiencia de vida y ganas de trabajar, ahora me permite desempeñarme en lo que me apasiona.
Lograr sentirme satisfecha internamente dio como resultado final una miniempresa. Hay que entender que este logro no solo es mío, sino también de mi entorno. Tengo un esposo que me apoya incondicionalmente para que logre realizarme; compartir el camino con él hizo posible que pueda balancear mi vida maternal, familiar y laboral.
También quiero destacar que mis hijos me ayudan tanto, tanto. Ya sea con ideas o cubriendo mi rol de ama de casa, haciendo las compras del supermercado o yendo a reuniones del cole. Son mi mano derecha en cuestiones tecnológicas. Finalmente, tengo hermanas y amigas que son las primeras en apoyarme. La verdad es que me siento muy acompañada y bendecida.
¿Cuál es tu mayor sueño cumplido? Faltan unos años más para responder esta pregunta. Sigo detrás de mis sueños.
¿Tu mayor felicidad? Ser testigo del crecimiento de mis hijos en valores humanos. Para mí es un privilegio que me llena de gracia.
MI MAYOR FELICIDAD ES SER TESTIGO DEL CRECIMIENTO DE MIS HIJOS EN VALORES HUMANOS
¿Cuál es el mejor consejo que recibiste? A estas alturas recibí tantos. Pero, como máxima, tengo bien fijado algo que me dijo una gran amiga: “Todo es perfecto aunque no lo entiendas. Si ocurrió es porque así debía ser, Dios te va a dar la gracia y la sabiduría para resolverlo”. Y eso creo firmemente, todo es cuestión de fe.
En tu opinión, ¿qué herramientas son clave para tener una buena relación con ellos? Creo que no hay una fórmula exacta. Cada uno es tan diferente del otro, pero el respeto sería para mí una buena respuesta; sin restar importancia a la empatía, el diálogo, el cariño infinito, la firmeza, los valores, la capacidad de improvisar y el sentido del humor. Todas las herramientas son útiles y lo genial es la combinación que cada una va haciendo según las situaciones que se presentan.
¿Cuáles son los mejores recuerdos que tienen juntos como familia? ¡Los viajes! Tantos recuerdos y anécdotas. Podría escribir un libro con todos ellos.
¿Qué mensaje le darías a una futura mamá primeriza? Le diría que disfrute de cada momento, que sea fiel a su instinto, que su bebé lo único que necesita es a su mamá, a su familia, y que ¡ella es la mejor madre!