Un día antes de la anhelada fiesta de primavera del Club Centenario, fuimos testigos del impecable trabajo realizado por Tamara Maluff y su equipo de profesionales, que conforman la reconocida firma La Paix. Nos adentramos al making- of de cinco vestidos que le fueron confiados a la diseñadora para tan especial ocasión. Ese fue el caso de Victoria Tessari, Victoria Peña, Martina Zavala, Alexa Pajes y Luciana Gardel, quienes junto con otras 95 señoritas lucieron radiantes, cada una con su estilo único y personal, pero sumamente elegantes.
Fotografía: José Alderete. Dirección de producción: Bethania Achon. Prendas: Mango. Make up: Noemí Argüello para Majestik Beauty-Salón Barbershop & Spa. Hair: Guzmán Telles para Majestik Beauty-Salón Barbershop & Spa.
Junto a su familia, decidió ser madrina económica de un hogar de niños abandonados. Allí, Rebeca Mendoza tuvo la oportunidad de conocer a muchos de ellos, hijos de madres adolescentes. Fiel a su carácter comprometido con todo lo que hace, empezó a interiorizarse aún más en este tema que afecta a nuestra sociedad. “Las mamás son adolescentes, de bajos recursos, que no solo tienen un niño, sino dos o tres. En su mayoría abandonaron el colegio y se dedican a trabajos precarios, no ganan lo suficiente para mantener a sus hijos y tampoco cuentan con un apoyo educativo que las forme. Algunas de ellas son niñas que fueron abandonadas por sus familiares bajo las mismas circunstancias”, explica.
Más que conocedora del tema, nos detalla que “el embarazo en la adolescencia es un factor que impide el desarrollo y la superación de la pobreza. Lleva a tener pocas oportunidades de acceder a educación (solo el 6% de las madres adolescentes retoman sus actividades escolares), dificultando la posibilidad de concursar por trabajos dignos. El problema se acrecienta, ya que lo más probable es que los hijos crezcan en condiciones similares a su progenitora, repitiendo el ciclo que los afecta”.
Movida por el amor de madre y el deseo de contribuir para revertir esta situación, nace la Fundación Naho, una entidad sin fines de lucro cuyo objetivo principal es empoderar a las madres adolescentes en situación de vulnerabilidad, a través de un espacio de formación enfocado en el desarrollo personal, el liderazgo, el apoyo escolar y el emprendedurismo, para así romper los ciclos de pobreza, además de reducir la brecha que les impide acceder a oportunidades de empleo y generación de ingresos.
“Somos una fundación pequeña, que busca crear impacto real en nuestras madres adolescentes. En la actualidad, ofrecemos ayuda integral a 30 beneficiarias de la zona de Cateura”
Como fundadora y directora ejecutiva, Rebeca se encarga de coordinar todas las acciones, recaudar fondos, realizar alianzas estratégicas, supervisar los programas y establecer las metas y objetivos, para asegurarse de que todas las actividades se cumplan de manera eficiente. “Descubrí que esta es mi pasión, eso genera que no lo sienta como un trabajo, todo lo contrario. Lo hago con gusto y muchas veces siento que es algo que tengo que llevar a cabo, disfrutando la planificación, el proceso y los resultados positivos que logramos con cada una de ellas”, detalla.
Con los meses de trabajo, Rebeca empezó a prestar especial atención al empoderamiento femenino. Nos cuenta: “Desde Naho, reconocemos la capacidad y el potencial de las mujeres, confiamos en que ofreciéndoles las herramientas necesarias, podrán desarrollarse y con tribuir con la reducción de la pobreza. Aquellas que han sido madres y deben responder por el bienestar de sus hijos son más dedicadas y comprometidas. La población objetivo de la fundación, además de las mamás, son jóvenes con un potencial enorme para cambiar su vida y así las de sus hijos. Por eso se invierte en ellas, creando conciencia sobre el gran aporte que pueden realizar en la consolidación de sus hogares y en mejorar la calidad de vida de su familia y su comunidad”.
Hoy en día, el propósito de Naho es proporcionar a jóvenes madres las herramientas necesarias para que sean capaces de mejorar su calidad de vida, superar su situación de pobreza y fortalecerlas para que sostengan e implementen esos cambios positivos a largo plazo.
“Nosotros brindamos las herramientas, ellas producen el cambio. Cuando esto sucede, los resultados son muy gratificantes”
Rebeca es consciente de que la pandemia de covid-19, por la que pasa actualmente el Paraguay, va a causar enormes impactos en la salud de la población y habrá un antes y un después, en lo sanitario, político y económico, además de la actitud social e individual. “Nuestros programas están siendo reestructurados en este momento, ya que nos encontramos en tiempos de emergencia nacional y esto impacta negativamente en nuestras beneficiarias y en toda la sociedad. Hoy nos toca adaptarnos a esta realidad que genera nuevas necesidades y por eso estamos realizando una campaña de recolección de alimentos para proveer kits y así ayudar a 500 familias de Cateura afectadas por esta situación”.
“Creo que, como miembros de nuestra sociedad, debemos ser empáticos y a su vez valorar las cosas que son realmente importantes. Es momento de disfrutar del tiempo en familia y aprovechar para generar actividades simples, compartir con nuestros seres queridos quedán donos en casa. Es un tiempo muy valioso y debemos aprovecharlo”, reflexiona.