ARTE EN CADA RINCÓN

Se define como una mujer apasionada y con mucho corazón en todo lo que hace. María José Alfaro Parot es transparente y auténtica por naturaleza. Desde hace un par de años se dedica de pleno al diseño interior, una vocación que cada día la mantiene más cautivada y, para esta edición, nos abrió las puertas de un lugar bastante especial para ella: la casa de sus padres. Allí dio rienda suelta a su talento e imaginación. Con mucho amor, ambientó cada espacio utilizando los muebles y accesorios que formaron parte de su infancia e historia.

Fotos: Beto Sanabria Britos Dirección de producción: Bethania Achón

De profesión ingeniera en marketing y publicidad, María José es madre de Fernanda, Valentina y Felipe. Ella comenzó con esta aventura del diseño y decoración ocho años atrás cuando, con la llegada de su segunda hija, sintió que era el momento de emprender un proyecto que le brindara más tiempo con ellas.

«Una vez escuché decir: ‘Amo lo que hago, me apasiona y además me pagan por ello’. Se me quedó esa frase en la cabeza y hoy comparto el mismo sentimiento, soy bastante bendecida», nos cuenta María José. Impulsada por su papá –un gran arquitecto ante sus ojos– e inspirada por su madre y abuela –que siempre mantuvieron el buen gusto por la decoración–, optó por adentrarse en esta profesión.

En este fascinante camino, comenzó trabajando en los hogares de sus amigas, donde redecoraba y ayudaba a armar nuevos ambientes con lo que ya tenían. Pero su primer salto importante como diseñadora fue cuando una tía le confió la totalidad de la ambientación de su residencia y dejó que nuestra entrevistada realizara en ella lo que mejor sabe hacer: «Yo feliz, logré un antes y un después en esa casa. Fue entonces cuando supe que era exactamente lo que quería. Es un mundo que amo, puedo estar trabajando en esto el día entero, me llena el alma y el corazón».

María José, nos contaste que desde pequeña abrazás la idea de la casa soñada y su ambientación. Hoy, ¿Cómo te describís siendo diseñadora?

– Como diseñadora soy superflexible, me adapto 100% al estilo del cliente. Parto de la manera en la que vive y disfruta su espacio personal. Cada persona es un mundo y debería identificarse con su casa; quiero y tengo como objetivo que mis interiores siempre sean diferentes y representen a la familia que vive ahí. Escucho los deseos de ellos y ese es mi camino para hacerlos felices y llegar al éxito en mi trabajo.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

– Me encantan tres cosas: primero, descubrir el potencial del ambiente que voy a desarrollar; que se note ese famoso antes y después para ver el resultado óptimo y lo que se logró. En segundo lugar está la gente que conozco. Gracias a Dios siempre me ha tocado trabajar con seres humanos extraordinarios a quienes aprecio y quiero mucho, pues antes eran clientes, hoy son amigos. Y lo tercero: el honor que siento cuando me confían y abren las puertas de sus hogares, me dejan entrar a su vida, a su estilo y a la intimidad de la familia. Ser parte de eso para sumar y dar lo mejor de mí no tiene precio, me llena de satisfacción, alegría y orgullo.

Para vos, ¿qué representa una casa?

– La casa es tu refugio, tu oasis, tu hogar, donde se envuelven los sentimientos de seguridad, placer y confort que te brindan el deseo de no querer salir de allí, porque en verdad la disfrutás. Debe ser tu descanso, transmitir acogimiento y calidez a todos los que viven y entran en ella.

¿Cuáles son tus recomendaciones a la hora de decorar un hogar?

– Lo primordial es evaluar qué ambiente es más necesario desarrollar, luego se debe dirigir y estudiar un presupuesto para ello; partir de algún estilo preferencial y empezar a elegir colores, texturas, materiales y más.

¿Cómo describís la casa de tu madre?

– La casa de mamá, Mirari Parot, para mí tiene un sello. Cada rincón la representa a ella y a mi papá; no es de un estilo definido, más bien expone un concepto ecléctico. Es totalmente atemporal, con elementos modernos y clásicos. Posee objetos y muebles con muchísima historia y trascendencia, es un hogar sumamente cálido y acogedor que se encuentra listo en todo momento para recibir a la familia y amigos.

¿Cómo fue el proceso para ambientar el hogar de tus padres?

– Empezamos con lo técnico, como la aprobación de los planos, y luego nos enfocamos en los muebles que tenía mamá, porque desde un principio decidimos usarlos todos. Le propuse qué hacer con cada uno de ellos y seguimos para delante. Utilizamos los sillones que tenía y los retapizamos. También, con mucha anticipación, elegimos los papeles que utilizamos así como las telas para esos tapizados. Compramos algunos detalles que ayudaron a lograr esa mezcla entre lo moderno, lo clásico y lo que está de moda, y a medida que íbamos avanzando nos sentimos superconformes. Es importante y una opción excelente programar el presupuesto a la par que se va construyendo la casa y, de a poco, ir comprando muebles nuevos o restaurando los viejos.

¿De qué manera implementaste la iluminación en ella?

– Lo hice con luz cálida led en toda la residencia junto con iluminadores de cuadros, lámparas de pie y de mesa laterales. Por cierto, no hay como la luz cálida que aporta la lámpara de mesa.

¿Fueron tus padres quienes te indicaron algo particular que les gustaría o simplemente te dejaste llevar?

– Todo el tiempo pensé en el estilo y gusto que tienen ambos, lo que les agradaría, pero de igual manera fui agregando cambios o ideas que aceptaron perfectamente los dos. El resultado fue satisfactorio tanto para ellos como para mí.

¿Cuál espacio es tu favorito de toda la casa?

– Mi espacio favorito allí es el más simple de toda la casa: la parralera. Amo ese lugarcito, está a la salida del escritorio casi integrado. Allí nos sentamos a disfrutar del patio, miramos a los niños jugar, tomamos mate, tereré o –los fines de semana– un exquisito vino y un rico aperitivo.

¿Qué colores son indispensables para vos a la hora de diseñar interiores?

– Los neutros definitivamente: blanco, toda la gama de grises, el beige y el fendi que para mí es un must, un color muy noble, nunca te equivocás con él, ya que es armonioso, fino y elegante.

¿Tienen objetos con una historia de por medio?

– La mayoría son de cuando mis padres se casaron, de toda su vida juntos. Tienen muebles de la época en que ella era pequeña, herencia de mis abuelos. Para mí son tan especiales. Lo mismo con las alfombras: cierro los ojos y veo reflejada mi infancia, a mí tirada encima jugando con mis hermanos, rodeada de todos esos accesorios. Es por eso que, aparte de un valor material, poseen un valor sentimental demasiado grande.


“La casa es tu refugio, tu oasis, tu hogar, donde se envuelven los sentimientos de seguridad, placer y confort que te brindan el deseo de no querer salir de allí, porque en verdad la disfrutás”


¿Tus clientes también te piden que reutilices sus muebles?

– Por supuesto. «Este mueble era de mi abuela. Por favor, pongámoslo en condiciones porque lo quiero utilizar en algún ambiente», es algo que ya me dijeron varias veces y, personalmente, me encanta. Me gusta decorar con elementos atemporales: múranos, cristales, alfombras persas, arte y esculturas. Son elementos que pasarán de generación en generación.

¿Qué tan importante son los detalles para vos?

– Tienen muchísima importancia. Los detalles definen todo, marcan la diferencia en cualquier espacio. Ahí es donde sobresale un buen trabajo y los menos pensados son los que más aportan a la hora de ambientar.

¿Conociste algún lugar que te haya inspirado o sorprendido en cuanto el diseño de interiores?

– Fue en Santiago, Chile. Una tienda llamada Enrique Concha, con la que quedé maravillada. Es un gran galpón ambientado como una casa. Los muebles están exhibidos de una forma exquisita, un ambiente que solo vi ahí. Me enamoré de ella, no volví a conocer otro lugar que me quitara el sueño como ese. Los muebles eran increíbles, la iluminación fascinante y yo no quería salir.

¿Cómo organizás el trabajo? ¿De qué manera iniciás tus proyectos?

– Soy chapada a la antigua: llevo una agenda. No anoto nada en el iPad o el celular, me gusta escribir a mano y lo hago organizadamente por proyecto y cliente. En ella realizo mis dibujos, comentarios y explayo mis ideas. Empiezo los proyectos reuniéndome con las personas que acuden a mí, luego vemos el ambiente a desarrollar y de ahí nace mi propuesta. Si el cliente me aprueba, comienzo y trato de finalizar lo más rápido posible.

¿Cuáles son tus ideales futuros en cuanto al diseño?

– Capacitarme cada vez que pueda en cuanto a diseño, materiales e iluminación. También viajar con la intención de conocer y traer nuevas ideas, hacer cursos online o en el exterior. Una actualización constante es muy importante como meta diaria; estar siempre abierta a enseñanzas. Conocer en todo momento las tendencias.

Hablanos del sueño que tenés por cumplir.

En realidad son muchos y creo que uno se me está por cumplir, que prefiero contar luego porque dicen que es de mala suerte hacerlo antes. Pero otro gran sueño que me encantaría concluir es ir a Madrid para realizar un curso de diseño interior. Lo iba a cursar en marzo y no se concretó a causa de la pandemia. Igual sé que tarde o temprano tendré la oportunidad de hacerlo.