CALL IT LOVE

Sin esperarlo y por obra del destino, Valeria Vierci Urbieta y Matías Aquino Varela cruzaron camino para encontrar el verdadero amor. Su historia comenzó hace poco más de un año, específicamente en setiembre de 2019, cuando durante una fiesta a la que ambos asistieron, una amiga que tienen en común los presentó. Desde entonces coincidieron en casi todos los aspectos y luego de una breve pero bella amistad, descubrieron el amor que sentían entre sí. 

Juntos compartieron varias experiencias, y una de las más memorables fue cuando Matías, el día de su cumpleaños, sorprendió a su novia con un anillo y la esperada pregunta. «Era el cumple de Mati y pensé que estábamos organizando una fiesta para él, pero al final la sorpresa fue para mí y el festejo, para ambos. Fue muy inesperado e increíble ver a toda mi familia y amigos ahí», recuerda la novia.

 Luego del inevitable sí, quiero por parte de Vale, los preparativos comenzaron rápidamente y cada detalle estuvo listo en un mes. El gran día llegó el pasado 3 de octubre. La pareja disfrutó de una emotiva ceremonia civil en los jardines de la residencia Vierci-Urbieta. Con sus familiares más cercanos como testigos, se convirtieron oficialmente en esposos. «Recuerdo que mi papá me acompañó hasta donde estaba Mati. Cuando salí y vi a la gente que más quiero, agradecí que haya sido tan íntimo, porque allí estaban las personas más importantes para mí. Ese momento no tuvo precio”, agrega Valeria.

 La celebración no podía faltar, y con alegría los recién casados disfrutaron de un divertido brindis en honor a su amor. De aquel instante quedó guardado cada momento significativo gracias a las fotografías de Julio Zarate. «Sentimos que fue perfecto, compartimos con nuestros amigos más cercanos después de tanto. Estamos plenamente felices», finaliza. Los ahora esposos esperan con ansias que la situación actual mejore, debido a que planean realizar su ceremonia religiosa en Punta del Este, Uruguay, en cuanto sea posible.

DETALLES

Los jardines de la residencia fueron ambientados por Alejandra Maluff de Alesuki, quien optó por un estilo clásico y romántico. El catering quedó a cargo de Patricia Bertón, los dulces fueron de Rocío Pangrazio y los tragos, de Mix It.