TOMADOS DE LA MANO

Desde que cruzaron camino, la vida les demostró que estar juntos y hacerse bien era exactamente lo que necesitaban. Así, tras compartir un profundo amor y un sinfín de aventuras, Cecilia Lezcano Grassi y Alejandro Fretes Zayas se casaron.

Su historia comenzó en el año 2013 cuando, primero, compartieron clases en la universidad, y luego fueron presentados oficialmente por una amiga que tenían en común. El primer intercambio de palabras fue suficiente para experimentar esa magia que no se siente con cualquiera y, después de unos meses, comenzaron su noviazgo.

De aquel entonces transcurrieron siete años de memorables experiencias y muchas emociones. Sin ganas de esperar más, Alejandro sorprendió a su novia con una romántica propuesta de matrimonio durante una reunión con ambas familias, días antes de volar a Madrid, España, para concluir sus estudios de posgrado.

Los preparativos para la boda comenzaron en setiembre del 2019 junto al equipo de Désireé Grillon & Adriana Saccarello Event Planning. Para adaptarse a la situación actual, de la mano de Belén Fernández, cada detalle fue organizado a la perfección para convertirlo en un instante inolvidable pese a las circunstancias.

El gran día llegó el 11 de julio último. Comenzó con una emotiva ceremonia en la iglesia San José, donde los novios, cumpliendo con todas las medidas sanitarias y de protección exigidas, estuvieron acompañados únicamente de sus familiares más cercanos, pero compartieron de igual manera con sus amigos y seres queridos vía Zoom.

Cecilia llegó radiante, vestida de blanco con un diseño de La Paix by Tamara Maluff. Recuerda su ingreso a la iglesia: «Me sentí inmensamente feliz, cumplí un sueño que hace tiempo tenía. Si bien me hubiera gustado que estén todos, percibí el lugar lleno de tanto amor».

De la decoración y los detalles de la iglesia se encargó Art Decor que, con plantas naturales y flores blancas, logró un distendido ambiente. Luego de intercambiar sus alianzas y de jurarse amor para siempre, los recién casados partieron a la residencia del novio para seguir brindando por su unión, donde disfrutaron de una entretenida noche familiar.

DETALLES

La ceremonia contó con un antiguo rito español, el cual consiste en agregar más símbolos a la celebración religiosa. Primero, una vela que los novios comparten al ser rodeados con el humeral del sacerdote, que representa el lazo y la unión de ambos. Luego, continuaron con la entrega de la billetera del novio como signo de los bienes que compartirán de ahora en más.

ANTES DEL SÍ, QUIERO.

La novia completó su look nupcial con unos delicados pendientes creados por Andrea Barrail para su firma Srta. Conchita, junto con un tocado bastante especial que fue cedido por Alejandra Dragotto. Antes del gran momento, Cecilia disfrutó de un instante con su madre, abuela, hermana, suegra y sobrina en La Misión Hotel Boutique, donde se alistaron desde las 10.00 de ese día. Allí, fue peinada por el equipo de Lila Grassi ‒su empresa familiar‒ y, como make up artist de la firma, ella misma se realizó su maquillaje.