UN GRAN CIERRE
Una de las fiestas de graduación más distinguidas fue la del colegio San Andrés, que se celebró en el Talleyand Costanera. La recepción fue alegre y emotiva como los aires de diciembre; con la satisfacción de haber llegado a la meta bajo la atenta mirada de los orgullosos padres pero con la nostalgia de dejar la institución que fue un segundo hogar, los 26 alumnos tuvieron su última reunión de curso. Sin dudas fue una noche para agradecer a los padres y a los profesores que los guiaron. Ahora cada uno tomará su propio rumbo, pero llevarán en sus corazones cada enseñanza que les brindó el alto nivel académico de la institución.
La celebración arrancó bien temprano con las sesiones de fotos a cargo del staff de Julio Zárate. Con las imágenes para el álbum de los recuerdos listas, los egresados se dispusieron a formarse y en pareja fueron llamados para pasar a la pista central al compás del himno de la institución como cortina musical, toda una tradición. Después bailaron el vals con sus padres e invitados para luego ir hasta el jardín para la última foto del grupo y disfrutar de la explosión de fuegos artificiales. Tras la deliciosa cena, todo fue baile y diversión.
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