FINE ART EN LA MATERNIDAD

En el arte visual, donde la luz y la sombra bailan un eterno vals, Ramona Cabrera encontró su inspiración y pasión. Con su visión única y gran compromiso, captura la esencia más pura de la maternidad con fotografías artísticas a gestantes, recién nacidos e incluso postales familiares. Este viaje transformó su vida y la de las mujeres que han confiado en ella para inmortalizar momentos únicos. En esta nota conoceremos un poco más acerca de esta artista y su historia.

Ramona, licenciada en Diseño de Moda y con estudios en Cinematografía, inició su andar en el arte visual a la temprana edad de 18 años. Sin embargo, su viaje no fue solo el de una joven emprendedora, sino el camino de una madre que buscaba equilibrar la maternidad, los estudios y la incipiente pasión por la fotografía, una travesía que la llevó a descubrir en sí misma una fuerza y determinación que marcarían su rumbo.

SERENDIPIA

 Fue en un cumpleaños infantil, entre risas y colores, donde Ramona sintió un llamado profundo. La migraña que amenazaba con nublar su vista no fue un obstáculo, sino un catalizador. Decidió continuar y capturar momentos que se convertirían en recuerdos eternos. En su hogar, reflexionó sobre ese instante y concluyó que lo suyo no eran los eventos generales, sino algo más íntimo y trascendental: la fotografía de maternidad.

Empeñada en una visión artística y en busca de la perfección, Ramona fue más allá de la simple captura de imágenes, se sumergió en un mundo creativo, encontró el fine art —un estilo que contempla la fotografía como una obra de arte— y lo adoptó como propio. Ella ve a las madres como musas, conecta con sus deseos profundos y plasma no solo la realidad, sino también la magia y la fantasía en cada clic. Para ella, esta corriente artística en la maternidad es crear y expresar las emociones a través de una imagen, al tiempo de dejar espacio para la interpretación única de cada espectador.

Como mujer y madre, Ramona establece conexiones más profundas con sus clientes. Su empatía, sensibilidad y habilidad para crear un ambiente cómodo durante las sesiones son el sello distintivo de su enfoque. Rompe con la idea preconcebida de que las mujeres deben ser modelos profesionales y celebra la belleza única de cada individuo. Su formación en Diseño de Moda le otorgó una habilidad única: la capacidad de diseñar vestuarios que complementan a la perfección sus producciones fotográficas. Lo que comenzó como una necesidad se convirtió en una pasión. Con marcas propias —Petits Amours Moda Infantil y Alamode Moda Atemporal, fusiona moda y fotografía de manera armoniosa y ofrece a sus clientes una experiencia completa y personalizada.

¿Cómo definís tu estilo en la fotografía de maternidad fine art y recién nacidos?

Cómo pionera en el rubro del fine art en fotografía, creo que lo que más me define es innovar y buscar qué más puedo hacer, siempre es posible mejorar. No solo soy fotógrafa, soy artista al planear todo un escenario, vestuario, luces, todo para que esa persona al ver la foto tenga una sonrisa. Nadie es perfecto, pero yo busco la perfección en conjunto con cada una de mis clientes. Siempre hay que resaltar lo bueno y quiero que quien confíe en mí se vaya con una chispa y un corazón lleno de alegría por haber vivido la experiencia.

¿Qué aspectos específicos de la maternidad son más inspiradores para tu trabajo?

 Todos los aspectos son inspiradores, soy madre y en cierto grado me identifico con cada una de ellas. Varios artistas consideran a la mujer como lo más cercano a la perfección, por lo multifacética que podemos llegar a ser. Creo que eso también tiene que ver con el porqué amo fotografiar ese momento en específico.

¿De qué manera tu trabajo ayuda a empoderar a las mujeres gestantes?

Hay tantas hermosas experiencias, las producciones que realizamos son transformadoras en todos los sentidos. Cada clienta sale empoderada, bella y única. Para mí, eso sería lo más memorable en las producciones que hacemos.

¿Cómo se involucran tus clientes en el proceso creativo de la sesión fotográfica?

 Siempre es y siempre va a ser la comunicación: tenemos una charla, una serie de preguntas y tratamos de juntar todos los datos posibles, y así también creamos una química, un ambiente agradable a la hora de la sesión. Hemos sacado y logrado cosas sorprendentes gracias a que nos tomamos el tiempo con cada cliente y que muchos también vienen con ideas fantásticas.

¿Qué desafíos enfrentás como fotógrafa de maternidad y cómo los superás?

 Desafíos, muchos, pero nuevamente, con amor paciencia y perseverancia todo se supera. Lo que siempre hay es que las mamis piensan que deben ser modelos o saber posar para ser retratada por mí. La realidad es que mis fotografiadas confían en mí y yo en ellas, y juntas creamos las imágenes más increíbles que comparto con ustedes.

 Mientras celebra su primer año dedicada por completo a la fotografía, Ramona se concentra en sus producciones diarias, en la expansión de sus marcas y en la creación de contenidos educativos. Su sueño es seguir inspirando a través de charlas y cursos, y llevar su mensaje de empoderamiento y belleza única a nuevos horizontes.

En el arte de Ramona Cabrera Ferreira, la maternidad se convierte en una sinfonía visual, donde cada imagen cuenta la historia de una conexión única entre madre e hijo. Su legado va más allá de la fotografía; es una invitación a explorar la magia de la vida a través de su lente, que revela la belleza en cada instante efímero.