PROMESA ETERNA
Agustina Troche Vallejos y Guillermo Martín Camperchioli se conocieron cuando eran niños, y aunque perdieron el contacto, sus caminos se reencontraron ya de adultos y desde entonces no se volvieron a separar. Disfrutaron de tres años de noviazgo, hasta que Guille decidió sorprender a Agustina con la esperada pregunta, a la que ella sin dudar respondió: sí, quiero.
Los festejos comenzaron desde entonces, y la fecha del gran día fue pactada para el pasado 24 de setiembre. El lugar escogido para llevar a cabo la ceremonia religiosa fue la iglesia La Encarnación, a donde la novia llegó enfundada en un vestido firmado por Romina Ruffinelli y una gran sonrisa que revelaba su felicidad.
Luego de la emotiva celebración y de que ambos se juraran amor eterno, los recién casados se trasladaron hasta Puerto Liebig acompañados de sus amigos y familiares para continuar con el festejo. El mismo contó con un sinfín de momentos especiales, como cuando Agustina y Guille ingresaron a la recepción con la canción Fiesta, de Carlos Vives, para iniciar su primer baile de casados y luego dar paso al tradicional vals.
La celebración duró toda la noche y continuó hasta que salieron los primeros rayos del sol. Los presentes disfrutaron de un exquisito catering ofrecido por La Roca Restó Brasas. De la música se ocuparon los DJs Hallam, Faro y Cami Flecha; la banda argentina Chill N’ Pop, y la agrupación nacional Talento de Barrio. Agus y Guille continuaron escribiendo su historia de amor durante su luna de miel en Asia, mientras recorrían Bali, Singapur, las islas Gili y Filipinas.