UNA BODA SOÑADA

Estefanía Valdovinos y Juan Sebastián Benítez frecuentaban el mismo grupo de amigos. Desde el primer momento, Juanse llamó poderosamente la atención de ella, pero él ni lo notó. Una noche volvieron a coincidir, esta vez en la entrada de una discoteca en San Bernardino; a Estefi no le quedó otra opción que encararlo sin rodeos. Le dijo que no quería estar sola en la fila, le tomó de la mano, no lo soltó en toda la noche y nunca más.

Formaron una tierna pareja, y tras cuatro años y seis meses llegaron al altar de la Vicaría Castrense, el 3 de setiembre a las 17.00, en el marco de una íntima ceremonia religiosa, con todos los seres queridos presentes. El vestido que lució ella perteneció a su abuela materna, quien lo usó en su boda en 1954. Con la ayuda de su mamá y su modista de confianza, adaptaron el traje para que Estefi luzca radiante en su gran día.

Tras recibir la bendición nupcial, la pareja compartió un brindis con los suyos. El festejo se realizó en la casa de los abuelos maternos de la novia. Al llegar a la fiesta, los nuevos esposos ingresaron al ritmo de Viva la vida, de Coldplay, y luego bailaron el tradicional vals. Todo salió mejor de lo que esperaban, una gran noche de la que guardan los mejores recuerdos, capturados por la lente de Javier Vera.

DETALLES

Camila Van Humbeeck, de Passio, tomó la posta en la decoración y la coordinación del evento, con flores y follaje. La Cuina, de Jorge Iriberri, dispuso el exquisito menú y los dulces tuvieron el sello de Cake Town, de Verónica Cuellar. El DJ Majul ambientó la fiesta con variadas propuestas musicales.