LA ANFITRIONA PERFECTA
En un 2020 singular en muchos aspectos, llegar a esta recta final nos permite tomar un respiro y compartir lo mejor de nosotros con quienes verdaderamente importan. A lo largo de estos 12 meses pudimos reconocer el valor de tener a nuestros seres queridos, celebrar la vida misma y obsequiar a los demás una voz de aliento. Victoria Olmedo, desde su destacable rol de anfitriona, nos habla sobre lo simple y hermoso de recibir a la familia para disfrutar la magia de la Navidad y la ilusión de un Año Nuevo.
Compartir con Toya –como la llaman de cariño– siempre es un placer. Es asesora de imagen e incursionó como diseñadora de moda hace poco más de cinco años. Su personalidad es superextrovertida, sociable y, sobre todo, detallista; para ella, recibir a los suyos y brindarles un ambiente donde la felicidad simplemente nace, es todo un disfrute.
“Lo que más me gusta de esta época es la unión con los seres queridos. Tuve la bendición de crecer en una familia numerosa y apegada. Me da muchísima alegría compartir siempre con ellos”, cuenta nuestra protagonista, quien también recuerda el vínculo de su mamá con sus hermanos y la manera en que fueron inculcándole a ella y sus primos los mismos valores desde pequeños. Para dar fe de ello, en esta producción Victoria contó con la ayuda de sus primas hermanas Vicky Kent, Alexia Pederzani y Claudia Kent, quienes con cariño estuvieron apoyándola.
Para Toya, estas fechas son de gran significado tanto en el calendario como en su vida, por lo que las celebra en su hogar. Allí generalmente prepara ambientes unidos que permiten a todos los asistentes estar juntos y compartir desde más cerca, con la comodidad como objetivo principal y que cada uno se sienta como en casa. También destaca el apoyo de su esposo, César Benítez, a quien describe igualmente como un host de lujo, que la ayuda con absolutamente todo y con quien comparte el gusto de recibir con las puertas abiertas.
“La Navidad es la época más linda, es tiempo de reflexión y espiritualidad, de compartir con los que amamos. Mi familia es muy religiosa y creyente, por lo que nunca olvido que en la Nochebuena conmemoramos el nacimiento de Jesús. Creo que, más que nunca, este año nos enseñó a valorar esos encuentros con amigos y seres queridos”, afirma.
En lo que a la ambientación respecta, las decoraciones empiezan a finales de noviembre y desde entonces toda la casa se impregna de esa acogedora e inexplicable magia. “Me encanta escuchar músicas navideñas, no me canso. Creo que eso le da un toque de alegría al hogar. Amo el playlist de Navidad de Michael Bublé, lo escucho cada noche de diciembre. Regresar después de un largo día fuera y apreciar todo iluminado y decorado tu lugar, es una sensación increíble”, confiesa.
Toya recuerda que todos los años, en la víspera a las dos fechas más esperadas, la familia completa se adentra a la cocina para expresar su amor a través de una gran variedad de sabores, para deleitar a todos los presentes en la reunión con la especialidad de cada uno y recordando siempre la importancia de tener un aperitivo antes de la cena, mientras aguardan la llegada de todos los parientes invitados. Aunque este 2020 quizás sea un tanto diferente, el espíritu de la celebración permanecerá intacto.
CREO QUE, MÁS QUE NUNCA, ESTE AÑO NOS ENSEÑÓ A VALORAR ESOS ENCUENTROS CON AMIGOS Y SERES QUERIDOS
No es un secreto que ella es una apasionada de la moda. Ama su trabajo y se mantiene al tanto de las tendencias internacionales. De igual manera, también disfruta tener su casa bien puesta, siempre con flores naturales en un lindo jarrón y, especialmente, que en esta temporada tenga el característico aroma a flor de coco. Su atención a este tipo de detalles, desde el más pequeño hasta el más importante, es justamente lo que la caracteriza como una gran anfitriona, una ocupación que verdaderamente le encanta.
Para ella, las reuniones con amigos y familiares eran muy frecuentes antes de la pandemia, y recibirlos siempre significó la mayor felicidad de todas. Prevé y organiza todo partiendo del menú, para luego escoger una ambientación que vaya acorde: piensa en cada accesorio para la mesa, centro de las ocasiones más importantes. “Si es un encuentro de finger food, generalmente recibimos a los invitados en la sala, en un ambiente más descontracturado. Pero si es una cena formal, vamos al comedor y ubicamos a nuestros comensales con lugares puestos”, comenta. Lo más satisfactorio de cumplir con este rol es simplemente recibir a sus seres queridos y escuchar lo bien que lo pasan, mientras se alegra por crear con tanto esmero una atmósfera de dicha a donde todos quieren volver.
Con el ideal de regalar siempre lo mejor que lleva dentro a través de los encuentros que organiza con bastante cariño, Toya rescata del 2020 haber aprendido a disfrutar aún más de su hogar y valorar siempre la presencia de sus seres queridos. En estas fiestas, nuestra perfecta anfitriona planea disfrutar al máximo del espíritu navideño, una valiosa costumbre familiar, y aguarda con mucha esperanza recibir un próspero Año Nuevo, más que nunca, sinónimo de un nuevo comienzo.