
UNA DÉCADA CAPTURANDO INSTANTES
Muy atenta y servicial, con un talento sin igual, Fer Vera ha sido una gran aliada para Chic pues siempre está presente en los principales eventos familiares y sociales de Asunción. Este 2024, la fotógrafa celebra una década desde que tomó por primera vez una cámara profesional y se aventuró al rubro. Con los años logró construir una trayectoria llena de pasión y compromiso. En esta nota nos cuenta sobre sus inicios, su formación y lo que más disfruta de este trabajo que ha robado su corazón.
Desde su infancia, Fer sintió una conexión innata con la fotografía: jugaba a producir películas con la cámara de su madre y era la responsable de los proyectos audiovisuales en su colegio. Este amor por capturar momentos únicos la llevó a especializarse en eventos sociales, en los que puede conectar con personas y retratar emociones en sus ocasiones más especiales.
El año 2014 marcó un punto de inflexión en su vida, cuando la fotografía pasó de ser un segundo trabajo a convertirse en su principal pasión y emprendimiento. Aunque los comienzos fueron desafiantes, con largas jornadas, eventos y horas de edición, Fer se aferró a su sueño con determinación y construyó su empresa paso a paso. Con una formación en el Instituto de la Imagen, La Obra Fotógrafos y una constante búsqueda de perfeccionamiento a través de cursos y congresos tanto en Paraguay como en Brasil, Fer ha consolidado su lugar en el mundo de la fotografía.
¿Por qué elegiste especializarte en eventos sociales?
– Me gusta conectar con las personas, retratar los sentimientos en sus acontecimientos sociales, las familias y sus miembros. Estar en este rubro no solo es ser responsable de captar y congelar para siempre, sino también es ver crecer a los niños, a las familias ampliarse; que en esa fecha especial me esperen y se alegren cuando les fotografío.
¿En qué año y cómo fue para que comenzaras con tu propia empresa?
– Fue en 2014. La fotografía venía siendo por dos años un hermoso segundo trabajo, ya que en ese momento cumplía horario de oficina y apenas podía asistir a los eventos en que me contrataban, sea entre semana o sábados y domingos. Al comienzo mi publicidad era de boca en boca, todavía no era tan fácil el tema de las redes sociales, pero le ponía muchas ganas (hasta ahora) y poco a poco fui ganando más clientes. Un día tuve que soltar mi empleo y “lanzarme” al mundo del emprendedurismo. Me acuerdo de que lloré y le dije a mi mamá: “Me da miedo no tener muchos clientes”.
¿Recordás cómo fue tu primer día de trabajo en esta profesión? ¿Cómo te sentiste?
– Sí, fue un domingo. Recuerdo que fui con una cámara profesional básica que me compró mi papá. Me sentí con ganas de hacer las fotos más lindas posibles. No tuve miedo de enfrentarme al escenario, de dirigir a las personas para colocarse para la foto. Lo sentí como un desafío y, al concluir ese primer día, sentí mucha satisfacción.
¿Cuál es tu filosofía para el día a día?
– Un día a la vez y que lo urgente no te quite tiempo para lo importante. Creo que muchas veces es un proceso el cumplir objetivos. Vivimos en un mundo en el que todo es para ahora, para ayer, no alcanzan las horas. Y si bien en varias ocasiones es difícil cumplir, es fundamental dedicarnos tiempo a nosotros mismos y nuestros seres queridos. Cumpliste 10 años en este rubro.
¿Cómo te ves de acá a una década?
– Hoy retrato hermosas familias, en 10 años quizás retrate la mía. Por supuesto, quiero ver crecer a los bebés a los que hago fotos. Me pregunto si me seguirán teniendo paciencia cuando cumplan 15. Como cada año, siempre se presenta un desafío en el rubro, y gracias al equipo que formé, logramos que eso que se presenta resulte óptimo.
¿Cuál es el momento que más disfrutás de tu trabajo?
– Cuando los niños entran en confianza conmigo y me piden que juegue con ellos. Me siento niña de nuevo y les hago reír. Además de captar su sonrisa y lo que tienen en el alma, no hay nada más lindo que esa complicidad con los más pequeños; ayudarles, que te tienten para jugar: “¡No me vas a atrapar!”, y aunque haga 40 grados de calor, por supuesto que voy jugar con ellos.
¿Cuál es la particularidad de fotografiar a niños?
– Al fotografiar niños, captás su corazón. Tenés el desafío de ganar su confianza, entrar a su mundo, y así como me tienen paciencia, también les debo un juego, una alegría.
¿Qué buscás transmitir con cada foto?
– Lo que hay en el alma de las personas: bebés, niños y adultos. La emoción del bautismo, la felicidad en el cumple, la unión y esperanza de la Navidad. Al final, lo que queda en cada acontecimiento es la foto, lo vivido.
En un mundo donde el tiempo parece volar, Fe r nos recuerda la importancia de detenernos y apreciar los momentos que realmente importan, porque al final, lo que queda son las fotografías, los recuerdos y las emociones que perduran para siempre. Brindamos por los próximos 10 años de Fer Vera Fotografía y por los incontables momentos que aún están por capturar.