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De pequeña, a Laura Morón le entusiasmaba preparar postres y todo tipo de dulces, pero nunca imaginó que se dedicaría a la repostería ni que tendría un exitoso emprendimiento en el rubro. Esto se dio de manera tan casual que la tomó por sorpresa; hace casi un año, se aventuró a ese dulce mundo con Tía Laura Delicias, su mayor pasión. En las siguientes líneas nos comparte una parte de su historia y la receta del tradicional budín inglés que nos preparó para celebrar el mes más mágico del año.

Fotos: Ismael Prado. Dirección de producción: Bethania Achón.

Sincera, sencilla y muy feliz. Así es Laura, nuestra entrevistada de esta edición tan especial. Su familia está conformada por cuatro hijos: Sebastián, Cecilia, Esteban y Julieta; su nuera, Noelia, y su pequeña nieta Luciana, con quienes comparte cada momento porque la llenan de alegría e iluminan su vida. Además, disfruta mucho de su trabajo, un negocio que empezó como pasatiempo y hoy es su entera ocupación, y que tiene el privilegio de compartir con sus seres queridos.

Su pasión por la repostería empezó cuando era pequeña. Le encantaba estar en la cocina y mezclar ingredientes para los postrecitos que hacía, donde disfrutaba tanto del proceso como del resultado final. “Soy extremadamente dulcera. Veía alguna receta en revistas o probaba algo y ya quería repetirlo en mi casa, para darle mi toque personal. Además, siento esa predilección por lo dulce, es una alegría total”, confiesa Laura.

Por eso no es de extrañar que cuando había celebraciones y cumpleaños, era ella quien se encargaba de preparar el infaltable pastel, que siempre conquistaba a todos con su sabor. “Yo preparaba tortas para mis hijos cuando tenían algún cumple y fue así como sus compañeros conocieron lo que hacía y me empezaron a pedir de manera particular. Después se convirtió en una entrada económica”, menciona.

El nombre Tía Laura Delicias se dio gracias a que los amigos de sus hijos tenían guardado su contacto de esa manera. Ella nos cuenta que nunca aspiró a tener una marca o un local, que esto fue repentino. Sus primeros clientes fueron de boca en boca, hasta que un día su nuera Noelia ,quien en ese entonces vivía en Chile con su marido Sebastián, se ofreció a manejar las redes sociales de la marca desde allá y los pedidos se incrementaron mucho más.

Un día, ellos decidieron regresar a Paraguay, convertir el emprendimiento de Laura en un negocio bien formado y dedicarse plenamente a él. En un mes abrieron el primer local y tiempo después también se asoció su hijo Esteban. A casi un año de eso, cuentan con dos sucursales en Asunción, una en San Bernardino y próximamente abrirán otra en el Paseo La Galería. “Estamos absolutamente felices, crecimos una enormidad. Trabajamos mucho, con una pasión impresionante”, afirma Laura.

Todos los dulces que Laura prepara los aprendió de manera autodidacta, mediante libros o revistas. Aunque la repostería es muy exacta para que salga bien, ella realiza sus propias combinaciones. Cuando crea, el producto final es el resultado de aproximadamente cinco a siete pruebas antes de lanzar la receta correcta. Sus postres se distinguen por su sabor bien identificado: dulce, sabroso y poco convencional. La estrella indiscutible de la marca es la torta tres leches: “Me encanta que a la gente le guste lo que hago. Es como el broche de oro a lo que una se dedica y esfuerza. Le pongo mucho cariño y pasión a todo lo que me dedico”.

Me encanta que a la gente le guste lo que hago. Es como el broche de oro a lo que una se dedica y esfuerza.

Eso lo pudimos comprobar con el budín inglés que nos preparó, una receta tradicional de las fiestas que no puede faltar. “Este es un budín dulce con frutas abrillantadas, nueces, almendras y naranjitas confitadas. Es como una tortita húmeda y me encanta. Se necesitan: 350 g de manteca, 350 g de azúcar, cinco huevos, 100 ml de leche, 600 g de harina leudante, 50 ml de ron y 250 g de nueces, almendras, pasas de uva, frutas abrillantadas y naranjitas confitadas”.

¿Cómo se prepara? Laura nos dice que: “Se debe poner la manteca con el azúcar en la batidora y batir hasta que se forme una crema. Agregar los huevos de a uno. Batir bien. Agregar la leche, el ron y la esencia (puede ser esencia de panettone o de vainilla, yo elijo lo primero). Por último, se ponen las frutas y la harina. Se mezcla bien y se coloca en los moldes de budín. Generalmente depende del tamaño, pero este sirve para tres budines”, finaliza.

Ante nuestra consulta acerca de los planes a futuro con su marca, Laura contesta determinada: “Expandirnos. Tener más sucursales para el 2021 y optimizar todo. Estamos diariamente tratando de mejorar. Queremos que la atención sea buena, usar productos de primera calidad. Siempre pensamos en cómo podemos hacer bien las cosas”.