BENDICIÓN NUPCIAL

La felicidad de los recién casados, la emoción de los padres, gente querida y una fiesta –aunque íntima– muy alegre fueron el preámbulo perfecto para iniciar una nueva vida de a dos. María Virginia Abente Ojeda y Alejandro María Leguizamón se conocieron en el cumpleaños de unos amigos el 1 de julio de 2016; tiempo después comenzaron una relación que, tras cuatro años y seis meses, los encaminó al altar.

 La pareja selló su amor ante Dios el pasado 20 de marzo en la iglesia San José, acompañados de Pablo Fernando Abente Meilicke y Pelusa Ojeda de Abente; Federico Leguizamón Zaván y Carmen Noguera de Leguizamón, que fueron sus padrinos. La novia llegó puntual a la ceremonia a bordo de un Chevrolet Bel Air de 1950 y dejó ver su traje nupcial: un vestido adquirido en SAX e intervenido, al igual que el velo, con detalles muy personales por Lorena y Dahiana Ayala, de Marló Atelier. Lo complementó con un tocado especial, elaborado por su hermana, Pitu Abente Ojeda; un rosario, que perteneció a su mamá; los calzados diseñados por Josefina Alcázar, y un ramo preparado por Mercado de Flores. Mientras, el novio llevó un impecable traje azul oscuro.

 Luego de la ceremonia, los recién casados y sus invitados se dirigieron a los salones del Centro de Eventos del Paseo Carmelitas, donde se desarrolló el enlace civil y la posterior fiesta de bodas, cuyo momento cumbre fue cuando Virgi y Ale, como los llaman de cariño, se dedicaron la canción Solo por ti, de Soraya, antes de su primer vals.

DETALLES

La decoración fue esencialmente romántica, con detalles en tonos beige y tostados, obra de María Paz Clavell, para El Depósito. El menú de pastas y carnes estuvo a cargo del restaurante La Roca y la mesa de dulces fue obra de Larissa Fustagno, amiga de los novios. Las imágenes más románticas de este feliz día fueron tomadas por el equipo de El Sauce Fotos.