UNA VIDA PARA AMARSE

El momento más esperado por Luciana González Vallejos  y Juan Ignacio Gómez Talavera llegó a fines de febrero. Tras varios meses de preparativos y algunos cambios de fecha debido a la pandemia, la joven pareja reafirmó su amor para siempre ante el altar de la iglesia San José.

 Su historia juntos comenzó hace poco más de cinco años, cuando cruzaron miradas en una fiesta del Día de la Amistad, conectaron y se volvieron inseparables. Luego de un dulce noviazgo, Juan Ignacio sorprendió a Luciana con la romántica propuesta mientras disfrutaban de su estadía en Puerto Madero, Argentina. “Yo estaba haciendo un máster, Juan me visitó y, de paso, festejamos mi cumpleaños, ya que me tocaba estar allá. Fuimos a un restaurante que se llama Marcelo. Al salir, caminamos hacia el puente y en un momento dado me adelanté sin querer. Él me llamó y al voltearme vi que estaba arrodillado con el anillo en las manos”, recuerda la feliz novia.

La emocionante noticia no tardó en llegar a familiares y amigos. El primer sí, quiero fue ante la ley civil el 9 de noviembre de 2019; poco después de un año llegó el momento perfecto para recibir la bendición nupcial. La novia arribó a la iglesia ataviada en un delicado vestido firmado por Beverly Kuhl y emprendió la marcha para encontrarse con su prometido. Allí, los novios intercambiaron sus votos y sellaron el momento con un tierno beso que fue ovacionado por todos los presentes.

Tras la ceremonia, los recién casados y sus invitados celebraron su unión en Talleyrand Costanera. Luciana y Juan Ignacio ingresaron al salón al son de la canción Caminar de tu mano, de Río Roma, y el resto de la noche se propusieron disfrutar del mejor día de sus vidas. El Faro Bodas se encargó de retratar los momentos más especiales del acontecimiento, que dejó hermosos recuerdos para la pareja.

DETALLES

El complejo Talleyrand Costanera fue el escenario que Armando Teme ornamentó con follajes, flores blancas y finos detalles. El menú de la velada estuvo elaborado por los chefs de la casa y consistió en una previa de antipastos y luego plato servido. La impecable coordinación de la fiesta de bodas fue responsabilidad de Désireé Grillon & Adriana Saccarello Event Planning, quienes cuidaron todos los protocolos sanitarios ante la situación actual.