ETERNO SÍ, QUIERO

Lo que está destinado a suceder, siempre encontrará una manera única, mágica y maravillosa de manifestarse. Esto lo experimentaron Guadalupe Cáceres Ratti y Darío Olavarrieta Paredes, cuando cruzaron miradas en setiembre de 2016 y sintieron que lo suyo era muy especial. Poco después del flechazo, viajaron a Barcelona, España, para continuar sus estudios. Él realizó un masterado y ella, una especialización en Pastelería Americana.

 Luego de cuatro años de un dulce noviazgo, Darío estaba más que seguro de que Guada era la mujer indicada. Cuando él le propuso matrimonio, ella no tardó en pronunciar el esperado sí, quiero. Los preparativos comenzaron de inmediato, y con la ayuda de Jazmín Prieto para Planifica, todos los pormenores se organizaron a la perfección, en cumplimiento del deseo de los novios y los nuevos protocolos establecidos por la pandemia.

 La boda llegó el 22 de enero pasado y la feliz novia emprendió camino a la iglesia Oblatos de María, donde la aguardaban familiares y amigos íntimos para ser testigos de su juramento de amor a Darío. La ceremonia religiosa estuvo cargada de alegría y emociones, uno de esos momentos fue cuando el abuelo de Guada, Alfredo Ratti, cantó una canción que compuso especialmente para los novios. Luego de la bendición nupcial y el intercambio de alianzas, los invitados saludaron a los nuevos esposos fuera del templo con una lluvia de pétalos de colores y siemprevivas. Más tarde, compartieron con ellos una bonita e íntima recepción en Puerto Safari, donde se desarrollaron el enlace civil y la fiesta de bodas.

 Allí, Guada y Darío abrieron la pista con su primer baile de casados al son de la canción A thing called love, de Above & Beyond, y continuaron con la celebración hasta que llegó el momento de ir a Jamaica, destino elegido para su luna de miel. La ambientación estuvo a cargo de Maiti Careaga, mientras que los momentos más importantes del gran día fueron retratados por Berenice Crosa, para Desde el Alma.

DETALLES

Durante la noche, Stuppendo by Hermann Soerensen se encargó del menú de pasos que consistió en mariscos, hamburguesitas, risotto y, al final de la fiesta, lomitos. De postre, los invitados se deleitaron con la variedad de delicias dispuestas en la mesa de dulces que elaboró la propia novia con productos de su pastelería, Tea Time, junto con un liloncello preparado especialmente por su tía.

INSTANTES DE FELICIDAD

Con una sensación indescriptible en el corazón, Guada se alistó en la casa de su amiga Luchi Amarilla en compañía de las mujeres que ama. Allí pasaron momentos llenos de complicidad mientras se preparaban para la gran cita. Marcia Samudio se encargó de realzar la belleza natural de la novia con un suave make up, y Gustavo Robertti la peinó con un sutil recogido. El protagonista de la previa de la novia fue el delicado diseño nupcial a cargo de Lulú Ferrés.