UN AMOR ETERNO

Hay instantes que se recuerdan toda una vida. Para Martín Sosa Sartori y Verónica Centurión Rodríguez, el momento que los cambió para siempre fue cuando una amiga en común los presentó en junio del año pasado y cruzaron sus caminos. La chispa entre los dos fue espontánea y pronto ya estaban disfrutando de un noviazgo que los encaminó al altar.

 Con la corazonada de que su amor es único, luego de seis meses de compartir los mejores tiempos juntos, Martín le enseñó a Verónica el obsequio que le trajo de sus vacaciones por Sudáfrica: la romántica propuesta de una vida juntos en forma de un hermoso anillo.

 El fue inmediato y pronto comenzaron a planear una boda en la intimidad de la nueva normalidad. Escogieron como fecha especial el 18 de octubre último y confiaron plenamente en su wedding planner Camila Van Humbeeck, de Passio, para prever y coordinar todos los detalles y en Julio Zárate para capturar las postales.

 Finalmente llegó el día y en la iglesia Santísima Trinidad, gente muy querida aguardó emocionada a la novia, entre ellos familiares e íntimos amigos de la pareja. Vero apareció ataviada en un diseño exclusivo de Tamara Maluff de La Paix, con un importante velo bordado de flores que dejó deslumbrado a Martín en el altar.

 Allí sus corazones se encontraron, latieron muy fuerte y reafirmaron lo que sienten el uno por el otro. Al final de la ceremonia religiosa, el maestro Luis Álvarez y el pianista Lobito Martínez sorprendieron a la pareja con la misma pieza que ella había bailado en sus 15 años, que dio lugar al primer baile de los recién casados.