ETERNOS COMPAÑEROS

Guiados por el destino, Jazmín Moreira y Pablo Esquivel se conocieron y compartieron una magia que no se experimenta con cualquiera. Sus caminos se cruzaron en 2008, cuando participaron de unas misiones católicas organizadas por las congregaciones de sus respectivos colegios. Desde entonces, vivieron momentos inigualables y luego de una década de noviazgo decidieron unir sus vidas en matrimonio. 

Las aventuras fueron largas y divertidas, y el amor no faltó en ningún instante. Se comprometieron el 7 de marzo de 2019, cuando Pablo, durante unas vacaciones en Brasil, organizó una romántica propuesta a orillas del mar y con el amanecer de fondo. Los preparativos para el gran día comenzaron apenas el viaje culminó.

 Jaz y Pablo, quienes siempre disfrutaron de setiembre, no tardaron en escoger este mes para celebrar su boda, la cual fue organizada durante casi todo un año. Para concretar cada detalle, los novios recurrieron a la coordinación de Ignacio Amarilla, para Lo de Nacho.

 El momento llegó el pasado 12 de setiembre. Para la ceremonia religiosa, los novios optaron por el Obispado Castrense, donde la cita fue marcada para las 15.00 y asistieron únicamente sus respectivas familias. La celebración en la que se juraron amor ante Dios estuvo cargada de emociones. Jaz caminó hasta el altar del brazo de su padre, Ricardo Moreira, en uno de los instantes que para ella figura entre los más lindos de su vida. Por otra parte, la misa fue realizada por el padre Cristian Gatica, quien es asesor espiritual y amigo de los novios. Él brindó unas palabras bastante emotivas, que hicieron aún más especial el encuentro. 

Cuando finalmente Jazmín y Pablo se convirtieron en esposos, fueron sorprendidos por todos sus amigos al salir del templo. Los gritos, aplausos y hasta las sirenas del grupo de bomberos –al que el novio pertenece– los saludaron y les hicieron llegar todavía más el cariño de los suyos. «Sentimos el amor de todos en la distancia. Cuando los vimos fuera de la iglesia, nos estalló el corazón de amor», cuenta Jazmín. 

Para la ocasión, la novia lució un delicado diseño de Magalí Rodríguez, que combinó con un tocado de flores naturales y un colorido ramo elaborado por Justflowers. Con intenciones de festejar su enlace, los recién casados y sus familias partieron rumbo a San Bernardino, donde disfrutaron de un íntimo brindis. Los recuerdos de tan importante evento fueron guardados en postales tomadas por Javier Vera Fotografía.