UN CAMINO JUNTOS

La propuesta fue mágica y con un colorido atardecer en la Riviera Maya, México, como escenario. Richard Forster estaba ansioso por pedir la mano de Tania Kennedy, pero tuvo que esperar un poco para respetar el momento especial de sus cuñados, Andy y Eli, quienes se casaron en dicho país. El amor siempre inspira, y por ello, al día siguiente él reafirmó sus sentimientos hacia ella y le prometió que serían para siempre.

 Juntos coleccionaron momentos inolvidables por más de cuatro años de noviazgo. Felices por lo que aún estaba por venir, comenzaron los preparativos de su boda. Tras varios cambios en los planes por la pandemia, finalmente todo se dio el 19 de setiembre último.

 La ceremonia se llevó a cabo en los jardines de la iglesia Cenfol, en un clima inmejorable y con la presencia únicamente de las familias de los novios. También fueron testigos virtuales otros seres queridos a través de un canal privado de YouTube creado para la ocasión. Tras el emotivo intercambio de votos, Richard y Tania sellaron su juramento ante Dios con un tierno beso. Un recuerdo que guardan en sus corazones es la caravana sorpresa organizada por los integrantes de la familia Ostertag, quienes los alentaron a bailar su primer vals como marido y mujer. Las postales de esta unión fueron obra de Julio Oviedo.

 La decoración fue trabajo de El Depósito, que utilizó un tipi ornamentado de follaje y luces como altar, en el centro de la ceremonia, lo que creó un entorno ideal para la ocasión. El servicio de catering fue del Yacht y el menú fue escogido por el novio, que consistió en cold finger foods como romanitas de tilapia, brochetas de jamón serrano, cherry y albahaca al pesto, y también calientes como vol au vent de hongos y pinchos de lomito marinado a la paprika.

LA PREVIA DE LA NOVIA

Tania se alistó muy emocionada en el Hotel Yacht y Golf Club en compañía de su mamá, su suegra, sus hermanas y sus cuñadas. Partió rumbo a la iglesia enfundada en un diseño de Allure Bridal, portando en sus manos unos lisianthus blancos como símbolo de amor eterno y con la alianza de su papá, para tener presente su memoria en el gran día.