EL MOMENTO JUSTO

Como por obra del destino, Alejandra Stagni López y Martín Fernández Soler se conocieron para amarse sin medidas. En julio de 2019, él emprendió un viaje a Australia, donde ella se encontraba realizando un masterado. Allí planeó una romántica propuesta para su novia, para la cual escogió una preciosa isla como el escenario perfecto y una divertida aventura de 15 días en los cuales la lluvia se hizo protagonista.

En espera de una jornada soleada, el novio guardó el anillo hasta el último instante; ya resignado al clima, decidió realizar la pregunta en el día 14 del paseo. Pero entonces apareció el sol y le indicó que era el momento justo. Sin mucho que pensar y con una profunda mirada, Martín le pidió a Alejandra que fuera su esposa. Para la novia, el sí quiero fue inevitable, y entusiasmados por uno de los momentos más especiales de su historia, comenzaron a idear su boda.

El gran día llegó el pasado 1 de agosto; la cita más importante de sus vidas tuvo lugar en la iglesia San Francisco de Asís, en el centro de Asunción, donde una delicada ambientación dispuesta por la tía del novio resaltó aún más la arquitectura del templo. Ale llegó radiante de blanco en un vestido que diseñó junto a Beverly Kuhl, quien entendió a la perfección la personalidad de la novia y logró una pieza soñada de tul de seda con una camisa de organza de seda natural y delicados apliques y bordados.

Como siempre lo imaginó, Alejandra ingresó hasta el altar del brazo de la persona más importante de su vida: su padre, Valentín Insaurralde Arnold, quien la acompañó emocionado y orgulloso. La ceremonia transcurrió de manera amena, los novios compartieron ese instante junto a su núcleo familiar cumpliendo con las indicaciones del protocolo sanitario y, tras intercambiar sus votos y alianzas, sellaron su unión con un tierno beso que finalmente luego de tres años y medio de noviazgo, los convirtió en esposos. Cada instante fue capturado en románticas postales que tomó Berenice Crosa, para Desde El Alma Fotografía.

DETALLES

Para el brindis, los novios estuvieron acompañados de sus respectivas familias y disfrutaron de un exquisito almuerzo al aire libre por parte del servicio gastronómico de Real Restaurante. Los jardines de la residencia Fernández lucieron una delicada deco llevada a cabo por Melissa y Giannia Salza, quienes aprovecharon los espacios naturales.