La propuesta llegó el primer día del 2020 y aunque los planes de celebrar una grandiosa boda cambiaron debido a la pandemia, los sentimientos siguen intactos. Así, Ana Paula Ruiz Franco y Roland Gehre Boettner tuvieron su pequeño gran día de la forma más perfecta y especial posible, y sellaron su maravilloso noviazgo con el primer sí ante la ley.

Se conocieron gracias a un primo de ella, quien los presentó en una boda en marzo de 2012, y desde ese momento tuvieron la señal inequívoca de estar hechos el uno para el otro. “Nos conectamos muy rápido, sentíamos como que ya nos conocíamos desde hace mucho tiempo, pero fue la primera vez que nos vimos. Esa noche Roland dijo que me casaría con él y yo le respondí que estaba loco. ¡Hoy ese sueño se cumplió!”, cuenta la feliz novia.

Después de ocho años de una bonita relación, Ana Pau y Roland llevaron la ilusión a la realidad estampando sus firmas en la libreta matrimonial, durante una íntima ceremonia civil acompañados de sus padrinos y testigos. “Por un lado, sentí no haber podido compartir con nuestros parientes y amigos un momento tan importante en nuestras vidas; pero por el otro, estaba superfeliz de dar ese gran paso con el amor de mi vida, de formar nuestra familia”, recuerda Ana Pau, quien para la esperada ocasión lució radiante con el vestido que la diseñadora Stephanie Gosling, creó para ella acompañado del colorido buqué de flores naturales que el decorador Ariel Rodríguez le obsequió.

 Aunque la boda pudo ser bastante distinta a lo que imaginaron en principio, igualmente estuvo cargada de magia, romanticismo y detalles significativos. La mesa civil en la que firmaron la libreta pertenece a la abuela materna de la novia, y fue la misma que sus padres utilizaron cuando se casaron. El sacerdote que los bendijo será el encargado de presidir la unión religiosa el 1 de mayo de 2021, fecha en la que también tienen previsto celebrar por todo lo alto el amor que se profesan.

DETALLES

El fotógrafo Julio Zárate fue el encargado de capturar todos los recuerdos de ese día especial. Los jardines de la residencia Ruiz-Franco, lugar de la ceremonia, estuvieron exquisitamente decorados por Ariel Rodríguez, quien se valió de flores, follaje y alfombras persas. La pareja dejó la coordinación en las manos expertas de Désireé Grillon y Adriana Saccarello Event Planning. El catering fue dispuesto por el restaurante Talleyrand y consistió en risotto al funghi, risotto con camarones, lomito a la pimienta, cerdo y otros platillos más.

LA PROPUESTA

El 1 de enero de este año, el novio se animó a dar el siguiente paso cuando disfrutaban de sus vacaciones en Punta del Este, Uruguay. Sorprendió a su novia en el parador La Huella con una pedida de mano muy bien planeada. “Roland habló en secreto con mis padres en Asunción antes de viajar y se confabularon para la sorpresa. Fuimos a almorzar con la familia y amigos. En un momento, de a poco, todos fueron ‘a caminar’, hasta que nos dejaron solos. Fui a la barra y al regresar habían desaparecido, solo quedaba un amigo en la mesa y me dijo que me acompañaría a la playa para encontrarnos con el resto. Al bajar me llevé la mejor sorpresa: vi a lo lejos a mi familia atajando las letras de Marry me y a Roland esperándome”, nos contó Ana Paula durante una producción a la que invitamos a participar a la pareja en aquel inolvidable verano esteño.