SOMETHING BETWEEN US

Como de costumbre, juntos y tomados de la mano, con una gran sonrisa que reflejaba aquel momento tan maravilloso, Ana María Jiménez Gaona Plate y Bruno Corina Orué caminaron hasta el altar situado en los jardines de la casa del abuelo paterno de ella, donde todos sus familiares y amigos estaban esperándolos ansiosos por presenciar su unión.

“Lo más lindo fue la entrada que hicimos tan unidos y viendo a todos los que queremos ahí”, recuerda con cariño la pareja. Tras casi cuatro años disfrutando al máximo de un amor único como el suyo y sabiendo que algo así solo se experimenta una vez en la vida, decidieron dar el gran paso ante la ley en la tarde del 7 de marzo último. Ramón Jiménez Gaona, muy feliz por las buenas nuevas, ofreció su residencia para que sus nietos se casaran por civil y ellos aceptaron gustosos.

Al son de Perfect, de Ed Sheeran, interpretado por Steven Wu en violín, Ana y Bruno se prometieron amor en las buenas y en las malas, en una emotiva ceremonia dirigida por la jueza Graciela Pereira, quien los invitó a firmar la libreta familiar para sellar el acto. El atardecer fue despedido con el tierno beso de los recién casados y con la ovación de los presentes.

La ocasión merecía una apropiada celebración y para eso recibieron la ayuda de Désireé Grillon y Adriana Saccarello Event Planning. El profesional Julio Zárate y todo su staff se encargaron de capturar cada recuerdo, que ahora los novios y sus seres queridos disfrutan con alegría. Como lo dicta su fe, la pareja recibió la bendición de Dios una semana más tarde en una íntima misa en la iglesia San José.

DETALLES

Totalmente despojada y sumamente romántica, así fue la decoración que Óscar Guccione ideó para la unión civil. Al caer el sol, los invitados disfrutaron de un menú preparado por el restaurante Mburicao y los tragos los sirvió Lo Prete Bartenders. Por su parte, María Teresa Orué, mamá del novio, montó la mesa de dulces para todos los gustos.