
JUNTOS A LA PAR
Dicen que el amor verdadero siempre encuentra el camino, y el de Mariana Acosta Destéfano y Daniel Rojas Maluff lo demostró: desafió distancias, cruzó océanos y se sostuvo firme en la espera hasta el inolvidable 29 de marzo de 2025, cuando se dieron el sí finalmente, rodeados de sus seres queridos en Es Vedrá, de San Bernardino.
Todo comenzó antes de la pandemia, cuando sus vidas se cruzaron por primera vez. Sin embargo, el destino parecía tener otros planes: él partió hacia Costa Rica y ella, a Barcelona. Pero ni los kilómetros ni el tiempo pudieron con lo que había nacido entre ellos. Nunca dejaron de hablar, de pensarse. Tras tres años de noviazgo marcados por vuelos intercontinentales y encuentros llenos de emoción, llegó la pregunta crucial: un 31 de diciembre en España, bajo las luces navideñas y la nieve, con la familia de Mariana reunida para visitarla, Daniel le propuso matrimonio.
El gran día vino con una mezcla de nervios y alegría. Desde temprano Mariana se preparó en el Hotel Villa María junto a sus amigas. A la hora pactada, llegó a la capilla San Gabriel de Es Vedrá acompañada de su papá, a bordo de un auto antiguo. Al ver a su prometido en el altar, los nervios se volvieron ternura. “Solo pensaba en nuestros mejores momentos juntos, fue mágico», cuenta la novia.
La recepción, también en Es Vedrá, fue elegante e inolvidable. Hicieron su entrada triunfal con la canción Ave María, de David Bisbal, y desde que se abrió la pista nadie dejó de bailar. La energía de la música del DJ Hallam mantuvo la fiesta vibrante hasta la madrugada. “Fue la mejor noche de mi vida, sin dudas. Ver felices a nuestros amigos, bailar con Daniel, sentir que el tiempo se detenía, fue lo más especial”, concluye la novia.