AMOR DEL BUENO

La mañana del gran día, Adriana María Vargas Diez Pérez despertó entre nervios y emoción: la lluvia cubría el firmamento, pero su corazón sabía que sería una jornada inolvidable. Y no se equivocó. Bajo un cielo que pronto se despejó, Adri y su gran amor, Axel Ariel Kronawetter Crovato, se unieron en una emotiva ceremonia en la capellanía Virgen de la Asunción.

Esta historia comenzó en las aulas del colegio Cristo Rey, donde una simple amistad se fue haciendo más fuerte con los años hasta convertirse en un cariño profundo y duradero. Después de siete años de noviazgo, él decidió proponerle matrimonio a ella en un lugar especial: el faro de Puerto Liebig, durante la celebración de su séptimo aniversario. Fue allí, entre risas compartidas, promesas dichas en voz baja y una luz tenue y romántica, donde Adri supo que Axel era el hombre de su vida.

La fiesta en El Castillo de Remanso fue un reflejo fiel de la personalidad de los novios, llena de ese amor sincero y alegre, como la canción de Ricardo Montaner que eligieron para hacer su entrada triunfal a la recepción. Para esta ocasión tan esperada, Adriana deslumbró con un vestido de ensueño diseñado por Stephanie Gosling, una combinación elegante de texturas como el guipur y el tul bordado a mano, que resaltaba su belleza natural. Bajo la dirección de Óscar Guccione, El Castillo de Remanso se transformó en un jardín rústico encantador, adornado con flores blancas puras, tonos verdes intensos y detalles muy cuidados. En lugar del tradicional vals, Adri y Axel prefirieron contagiar a sus invitados con la energía alegre de la canción Felicità, de Al Bano y Romina Power. La boda superó todas sus expectativas.

DETALLES

Todo salió a la perfección gracias a la impecable organización de Désireé Grillon & Adriana Saccarello Event Planning. El menú, a cargo de Talleyrand, conquistó a los invitados con un stand de meriendas y una selección de pastas. Los mejores momentos fueron inmortalizados por el staff de El Faro.