UN SÍ, QUIERO DE ENSUEÑO

Sol Paiva Gómez y Rodrigo Herrera Matiauda sellaron su historia de amor en una ceremonia de ensueño en Es Vedrá, en San Bernardino. Luego de cinco años de noviazgo, en los que construyeron un amor sólido, finalmente dieron el sí, quiero en una celebración elegante, colmada de emociones y momentos inolvidables.

La historia de esta pareja comenzó hace más de cinco años, y desde el primer momento ella supo que era el indicado. “Nunca dudé de que él sería mi compañero de vida», confiesa. La propuesta de matrimonio fue muy especial: en el día de su cumpleaños, Sol se llevó la sorpresa de su vida cuando, al partir la torta, encontró la cajita con el anillo de compromiso y aceptó sin dudar.

Luego de intensos preparativos, el gran día llegó con una mezcla de emoción y tranquilidad. La novia se preparó en el Hotel Villa María en San Bernardino, rodeada de su familia y en manos de expertos. La maquilló Robert Petersen y la peinó Victoria. Para este día tan esperado, confió en la diseñadora Ilse Jara, quien captó la esencia de la novia y el resultado fue un vestido elegante, auténtico y cómodo.

Sol llegó en un auto clásico a la capilla, donde la emoción la desbordó. «Me recibió mi papá, soy la hija menor, y que él me llevara hasta el altar fue inexplicable. Ver a mi familia, mis amigos y a Rodrigo esperándome fue el cumplimiento de un sueño», relató.

Tras el sí, acepto, los recién casados protagonizaron una sesión de fotos con el equipo de Julio Zárate e Icónico, antes de pasar al civil, en donde sellaron oficialmente su unión. Con una energía desbordante, dieron inicio a la fiesta con la canción Coqueta, de Heredero, enganchada con el vals, que los hizo brillar en la pista. El resto fue solo disfrutar del gran día diseñado para los nuevos esposos.

DETALLES

La decoración, que combinó lo rústico con lo chic, estuvo a cargo de Art Decor y Óscar Guccione, quienes lograron crear un ambiente cálido y natural con una paleta de verdes y marrones, realzada por follaje y detalles en cuero. El menú, elaborado por U Catering, ofreció una experiencia gastronómica variada con cocina en vivo. La mesa de dulces fue obra de Sonia Giménez, mientras que la barra de tragos estuvo a cargo de Mix It. Jessica Miralles y su staff fueron las organizadoras.