ROMANCE ETERNO

Melissa Villalba Orué y Mauricio Arce Ricciardi se conocieron en 2015, en el cumpleaños de un amigo de él. A partir de aquel día, sus caminos se entrelazaron de manera inseparable, y durante ocho años y seis meses su relación floreció en una hermosa historia de amor.

La propuesta de matrimonio llegó de manera íntima y significativa durante un festejo de cumpleaños de Meli. Fue en ese instante en el que ella confirmó lo que ya sabía desde hacía mucho tiempo: que Mauri era el indicado. «Estando juntos, se siente como estar en casa», admitió la novia a Chic, para sintetizar en pocas palabras la profundidad de sus sentimientos.

Tras extensos preparativos, la boda se realizó el sábado 17 de agosto pasado en Es Vedrá, San Bernardino. Ese día, la novia se preparó en la casa de San Ber de su abuela, un lugar cargado de recuerdos, donde ella compartió momentos inolvidables con sus primas y toda su familia. Rodeada de esas memorias, Meli se vistió con el traje nupcial que le diseñó Ilse Jara. El vestido destacó por sus volados y una base de redes que evocó movimientos orgánicos, que llevó además una delicada flor en el pecho y un ñandutí central, en un entramado artesanal que creó una pieza en celebración de la unión perfecta entre la naturaleza y el corazón. En sus manos portó un sofisticado ramo preparado por Just Flowers. Una vez lista, partió rumbo a su cita más importante.

La ceremonia en la capilla San Gabriel fue emotiva, transparente y llena de romanticismo. Luego del sí, quiero, compartieron un increíble festejo con cada uno de sus invitados. Los detalles del gran día estuvieron organizados y coordinados por Ceci Achar. Por su parte, Julio Zárate e Icónico se encargaron de inmortalizar los momentos más especiales de la maravillosa boda.

DETALLES

La decoración fue trabajo de Sonia Ruiz, quien se inspiró en la esencia toscana, para lo cual utilizó frutos del campo como tomates, manzanas rojas, alcachofas y brócolis. Las flores elegidas fueron margaritas blancas y rojas, junto con hortensias verdes. Destacaron las estructuras de madera y hierro que crearon un ambiente acogedor, rústico y elegante, como reflejo de la frescura de los novios y su amor por la naturaleza.