SUNSET LOVE
El sábado 13 de abril pasado, la brisa suave del otoño deleitaba a los invitados que se encontraban expectantes en la capilla San Gabriel, en Es Vedrá, mientras el lago Ypacaraí se pintaba con los tonos dorados del sol que se despedía en el horizonte; el marco perfecto para que Sol Livieres Breglia y Mauricio Rodríguez Alcalá García se unieran para siempre en el sacramento del matrimonio.
Todo estaba dispuesto. Los asistentes descendieron y se dirigieron al lugar, ansiosos por presenciar el emotivo encuentro. A las 16.15, justo antes del ocaso, la novia hizo su entrada. Al son de la canción Fields of Gold, de Sting, se abrió paso hacia el altar, donde la esperaba su prometido. Ella lució impactante ataviada en un vestido de La Paix, que complementó con un ramo de Laefe.
El sacramento religioso fue una celebración de amor y fe, con momentos especiales musicalizados por el coro de Chiara Bellucci, como el intercambio de alianzas, con la canción Hasta mi final, de Il Divo. Cada instante resonó con significado y emoción. Luego de recibir la bendición nupcial, al compás de This Will Be, de Natalie Cole, los recién casados abandonaron la capilla, listos para comenzar su nueva vida juntos.
La fiesta transcurrió emotiva y entretenida en las instalaciones del complejo. Ya con el ocaso como telón de fondo, llegó el momento de la entrada triunfal de la pareja a la pista de baile, al ritmo de Si tú no estás, de Gente de Zona. La diversión continuó hasta altas horas de la madrugada, con instantes memorables como la emocionante tradición de lanzar el ramo de la novia y la botella de whisky del novio. Un día muy especial que quedará para siempre en los recuerdos de la nueva familia y todos sus seres queridos.
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