DESTINADOS A AMARSE

Sus caminos se cruzaron desde que eran adolescentes, simplemente porque su destino era estar juntos. María Gabriela Escobar Cazal y Juan José Izaguirre Barrail se conocieron en el 2011 gracias a una amiga en común y juntos experimentaron una conexión inexplicable que rápidamente se convirtió en amor. Tras muchas vivencias juntos, crecimiento y un noviazgo de más de 11 años, unieron sus vidas en matrimonio.

Juanjo escogió el décimo aniversario de novios para proponerle matrimonio a Gabi, el 9 de setiembre de 2021. En ese entonces, ella estaba iniciando un máster en Edimburgo, Reino Unido, y él fue a ayudarla con la mudanza. En un paseo por el icónico Calton Hill, sacó el anillo y le hizo la emocionante pregunta.

La pareja recibió la bendición nupcial el 10 de junio último en la iglesia Santísima Trinidad. Ella llegó ataviada en el vestido de sus sueños, un diseño firmado por Beverly Kuhl. Él estaba firme, aguardando la entrada de su prometida. “El momento más especial para mí fue cuando se abrieron las puertas de la iglesia y le vi a Juanjo al final del pasillo. Una se preocupa por tantas cosas, pero al final, en ese momento, lo único que pensás es que el amor de tu vida te espera al otro lado”, menciona la novia.

Para celebrar su unión, se trasladaron hasta Casa Puente, un lugar muy simbólico para los nuevos esposos porque allí vivían los abuelos maternos de Juanjo y siempre fue un punto de encuentro para la familia. Además, su mamá y también su tía se casaron allí, y ya forma parte de la tradición. La fiesta estuvo cargada de momentos emotivos. “Algo especial para nosotros fue la sesión de fotos con los vehículos de mi suegro. Javi Vera nos sugirió llevar los autos antiguos para rendirle un homenaje al papá de Juanjo. Después se sumaron los primos y tíos que tocaron las bocinas e hicieron juegos de luces. Fue sentirle aún más cerca ese día”, menciona Gabi. Luego todo fue baile y diversión al ritmo del DJ Hallam.

DETALLES

Los invitados disfrutaron de una cálida celebración, organizada por el equipo de The Vow by Valentina Pangrazio. La ambientación de la boda llevó el sello de We Do y del menú se encargó Talleyrand. Por su parte, Flairs mezcló los tragos y la mesa de dulces corrió por cuenta de Adalia Martínez.