PROMESA ETERNA
En 2018, Francisco Ramírez Berrutti (Panchito) llegó a Paraguay para un cumpleaños, quedó flechado al ver a Lourdes María Prieto Morínigo (Tita) en aquel evento y no descansó hasta conquistarla. Tres años fueron novios, hasta que en una salida con la familia y algunos amigos fueron a almorzar a La Susana, en la playa José Ignacio, Uruguay. En la puesta del sol comenzaron las fotos, y cuando llegó el turno de la pareja, él se arrodilló y le hizo la pregunta: “¿Te querés casar conmigo?”. Claro que obtuvo un sí y con mucha emoción se prepararon para el gran día.
Fijaron la fecha para el 27 de agosto y ese día se encontraron en el altar de la capilla San Pío, de Surubi’i. La novia llegó en un auto antiguo, ansiosa, pues ya quería entrar al templo para cumplir con la promesa de amor. Deslumbró con el diseño de Lulú Ferrés, “que hizo el vestido de mis sueños. Hablamos mucho y probamos cosas, lo único que sabía que quería desde el comienzo era una pañoleta en la cabeza”, cuenta entre risas. Para complementar su look nupcial, en su ramo había una pieza de cerámica que decía “rohayhu”, regalo de una amiga. También llevó algo viejo: un rosario de cristales de su madrina; otra amiga muy especial le prestó los aros, que también usó ella en su boda.
Una vez lista, se dirigió rumbo al altar para darle el sí ante Dios a su prometido Francisco Ramírez. El paso siguiente fue disfrutar de la recepción en el Club Centenario de Surubi’i. Hasta el lugar llegaron familiares y amigos desde diferentes lugares como Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, México, Estados Unidos e incluso España, todos para presenciar y compartir con los nuevos esposos ese momento tan especial para ellos.