PARA SIEMPRE
Tres años de novios fueron determinantes para saber que querían recorrer el resto del sendero juntos. Chiara María Silvana Celia Pomata y Rodrigo Camé Ibarra se unieron en santo matrimonio el pasado 30 de abril en la iglesia La Piedad.
La novia se preparó en la suite presidencial de La Misión Hotel Boutique con familiares y amigas. Entre las tantas flores que recibió ese día, destacó la de su prometido con un mensaje sencillo y contundente, “Al amor de mi vida… para siempre. Te amo”.
En su gran día, Chiara escogió un diseño de Florencia Nicora. “Fue el vestido soñado, cada vez que me probaba me quedaba impresionada por lo lindo que era. Amé, me sentí muy cómoda y Flo me transmitía muchísima buena onda y tranquilidad”, afirmó la novia.
Cerca de la hora pautada, Chiara partió rumbo al templo a bordo de un Roll Royce negro. Al pie de la iglesia la recibió su padre, Gustavo Celia. “No podía creer que llegó el día, me puse muy nerviosa, pero mi papá me supo contener de una manera extraordinaria, me transmitió seguridad”, rememoró ella y continuó: “Mientras caminaba al altar estaba muy feliz y emocionada, le agradecí mucho a Dios por la persona que me puso en mi camino, él estaba ahí, tan lindo”. Con un tierno beso en la frente se despidió su papá, quien la dejó en el altar.
En una emotiva ceremonia religiosa, Chiara y Rodrigo fueron declarados marido y mujer. Tras el sacramento, los nuevos esposos compartieron una elegante recepción en El Castillo de Remanso. Fue una fiesta descontracturada; toda la atención se centró en la explanada se instalaron decks, sofás, la discoteca y la barra, todo para disfrutar de la vista del río Paraguay.