TRUE LOVE

En su gran día, Olivia despertó serena. La noche anterior había compartido una cena con sus amigas en el departamento de una de ellas. Aquel sábado 2 de abril fue al spa con las chicas, todo estaba resuelto, solo le quedaba relajarse y disfrutar de cada segundo de su previa. Al terminar fueron hasta Factoría Hotel, en donde se preparó para ir al encuentro de su prometido. Olivia Dragotto García y Enrique Rivas Machuca se conocieron un domingo en un encuentro casual. Para el día siguiente ya marcaron una cita y comenzaron a frecuentarse, hasta que se pusieron de novios por dos años y medio. No hacía falta esperar más, no había dudas, lo suyo era un amor verdadero que llegó hasta el altar. La propuesta fue en víspera de la Navidad de 2020. Kike la citó con el pretexto de ir a buscar unos regalos del departamento de su hermana, pero en realidad había montado un ambiente romántico en la terraza del edificio.

En mayo de 2021 dieron el primer paso al estampar sus firmas en la libreta de casados del Registro Civil, y 11 meses después tuvo lugar la bendición nupcial en la iglesia Santísima Trinidad. La novia llegó en un Ford T del año 1928, parte de la colección de un amigo de Francisco Rivas, papá del novio. Los nervios propios de aquel momento se disiparon cuando vio a sus alumnitos, quienes la recibieron al pie de la iglesia. El corazón se aceleró nuevamente al ver al novio en el altar. La conexión entre ambos era evidente. Con miradas cómplices, cargadas de amor, inició el matrimonio de Oli y Kike. Tras el sacramento, los nuevos esposos disfrutaron de una elegante recepción en Talleyrand Costanera. De acuerdo con el deseo de la pareja, Armando Teme creó un ambiente distendido, sin follaje. Escogieron flores secas, ramas, leñas, paja y velas, una onda totalmente diferente. Cada segundo de espera valió la pena para los novios que tuvieron que postergar su boda por la pandemia, y ya en mejores tiempos, disfrutaron de forma segura con sus seres más queridos.

DETALLES

Oli disfrutó de sus últimas horas de soltera instalada en Factoría Hotel. Allí fue maquillada por Fátima Lezcano y peinada por Alexis González. En cuanto a su traje nupcial, consistió en una creación de su gran amiga, Florencia Nicora, “con cortes que acentuaban la figura, de crep de seda natural, liso, de mangas largas abullonadas y cuello alto. Usé el broche de brillantes de mi abuela como detalle en el cuello del vestido. Y mi velo de encaje francés completó el look”, dice Oli.

DETALLES

Toda la coordinación del evento estuvo en manos del s t a ff de Jessica Miralles. Muy acorde con el ambiente de la fiesta, Talleyrand dispuso de una previa distendida y, más tarde, los invitados degustaron cazuelas al plato. Cada importante momento del acontecimiento fue plasmado por Desde el Alma Fotografía.