AMOR INFINITO

Paloma Fuster Troche y Carlos Rojas Ortellado se cruzaron en plena pandemia, y el amor entre ellos fue instantáneo e intenso; la conexión fue tal que sintieron como si se conocieran desde siempre. Se hicieron novios y enseguida “nos comprometimos, en noviembre del año pasado. Fue una fecha muy especial, 12-11-21, número capicúa, que representa el infinito, así es nuestro amor”, cuenta Paloma.

La pareja realizó su promesa de amor en el rooftop de Negroni. Ella, emocionada dio el sí, y sin pérdida de tiempo iniciaron los preparativos. “Nos casamos al mes, fue una apuesta de amor”, menciona ella. “Cuando nos comprometimos, había un sunset espectacular, y mi único deseo era casarme a orillas del lago con el atardecer de fondo”. Y así lo hicieron. En su gran día, ella se preparó en su casa en San Bernardino, en donde Andrea Volpe la maquilló, Carlos Barrios se encargó del peinado y por último se enfundó en su vestido nupcial, hecho por Stephanie Gosling. El primer paso fue cumplir con la ley de Dios, en la capilla San Antonio de Padua, en Pirayu’i. Lo siguiente fue compartir la recepción en una íntima fiesta en la Casa Vuckovich en la villa veraniega. Los recién casados entraron a la recepción con la canción Mr. Brightside, de The Killers, al calor de los aplausos. Ya en la pista, tomados de la mano, dieron el primer baile de esposos con la música Te doy mi vida de Carlos Vives. De esa manera, la pareja disfrutó de una mágica tarde-noche en compañía de sus seres queridos. Cada emotivo instante fue registrado por la lente de Raúl Villalba, de El Faro Bodas.               

DETALLES

La Roca se encargó del menú de la fiesta: deleitó con carnes, pastas, salmón y caviar. La ambientación fue de estilo boho, a cargo de El Depósito, que también se encargó de montar la mesa de dulces con postres hechos por las tías, primas y amigas de la novia. Los tragos de autor fueron mezclados por Mona Gallosi, de Buenos Aires. Por otro lado, el DJ Aya puso a bailar a todos los invitados con sus propuestas musicales.