LA VIDA ENTERA

El destino los juntó en varias ocasiones. Se conocieron en 2015 y al año siguiente coincidieron en una fiesta; el amor surgió, pero ese no era el momento y tomaron caminos distintos. Finalmente, en 2017, Daniela Rojas Abbate y César Mostafá Caballero se reencontraron para no separarse nunca más.

Fue durante un viaje que hicieron a Porto Galinhas, Brasil, cuando César armó una hermosa puesta en la playa y le hizo la importante pregunta a Daniela, a la cual ella felizmente sorprendida dio un sí, rotundo. Al cumplir cuatro años de novios, llegó el día de la bendición nupcial. La pareja quiso que su boda fuera en la iglesia San José, un sitio muy significativo para ellos porque allí se casaron los padres de ambos, y también los abuelos de Dani; ella recibió ahí todos los sacramentos, así que no podía ser otro lugar.

La ceremonia fue conmovedora, cargada de miradas de amor y felicidad. Cuando el sacerdote los declaró marido y mujer, los novios se fundieron en un tierno beso, que se robó el aplauso de todos los invitados. Luego, se trasladaron hasta Puerto Liebig para festejar la unión.

Al ritmo de la canción En un solo día, de Los Negros, Dani y César aparecieron en el salón, listos para celebrar. “En el momento que llegamos a la pista, hubo una sorpresa para el novio, sonó la música de CNCO Tan enamorados, entraron mis amigas y mis padres a bailar con nosotros. Fue un momento inolvidable y muy emotivo”, recuerda la novia. Todo salió tal cual lo planearon con la coordinación de Désireé Grillon & Adriana Saccarello Event Planning.

DETALLES

Art Decor se encargó de la decoración que acompañó al estilo industrial de La Fábrica. Los presentes disfrutaron del catering dispuesto por Talleyrand con cuatro estaciones de quesos, jamones, sushi y bruschettas como previa y la cena bufé. El Faro Bodas plasmó los mejores recuerdos del inolvidable día de Dani y César.