CHASING THE STARS
Laura Estela Zárate Duarte y Javier Alejandro Vera Brizuela se conocieron hace 15 años en el movimiento Schoenstatt y se hicieron muy amigos, tanto que ella siempre le decía a él que quería que fuera su fotógrafo en el día de su casamiento. Resulta que él sí estuvo presente en su boda, pero no detrás de la lente, sino a su lado, en el altar.
Fueron novios por tres años y medio, y en un viaje a Río de Janeiro, Javi descubrió que Lauri era la persona con quien quería pasar el resto de su vida. “Me dijo que quería ver el amanecer en la playa. De pronto, cuando estuvimos solos los dos, viendo las estrellas y el sol nacer, supe que ella era la indicada”, cuenta el novio. Él ya tenía certeza, pero faltaba que ella le correspondiera, así que intentó replicar la experiencia en Río y la invitó a hacer fotos de las estrellas, mientras esperaban la subida del sol en la posada Tatano, en Altos. Allí, con las luces del alba, le preguntó si quería ver todos los amaneceres de su vida con él, y obtuvo un rotundo sí.
La despedida de solteros fue muy original, pues la hicieron juntos, como una prefiesta, con temática de Disney. Amigos y familiares acudieron disfrazados de diferentes personajes. El lugar escogido para la boda fue el complejo Marianela; ambos se prepararon allí mismo. La ansiedad de Javi aumentó con las horas, pues después de acompañar a tantos novios en su boda, finalmente le tocó el turno de ver a su prometida ante el altar. “Siempre capturé ese momento para diferentes parejas. No imaginé que me iba a tocar. Cuando se abrieron las puertas, solo pude ver una luz resplandeciente, sentía que Dios me decía: ‘Acá está lo que siempre te prometí, al fin llegó’”, recuerda él. Para ambos, el momento más emotivo fue la misa: los novios no repitieron palabras del sacerdote, sino que escribieron sus votos desde el corazón y las lágrimas de emoción se hicieron presentes. Al término de la ceremonia religiosa, fueron a compartir con los suyos en su gran fiesta.