UNA VIDA JUNTOS

Los amores de colegio son inolvidables e intensos, pero en su mayoría, fugaces. No fue el caso de Alexandra Patricia Berdejo Almeida y Mariano García Fiorio, tierna pareja unida desde 2011. Él, del Colegio Americano; ella, de Las Teresas, se pusieron de novios en el último año de secundaria y el amor perduró. Diez años después, con una sólida relación llegaron hasta el altar el 11 de setiembre pasado.

Al empezar ese día, Patricia estaba supertranquila, relajada y muy feliz; se preparó en la comodidad de su casa: lució el vestido que siempre soñó, sencillo y delicado, fiel a su estilo, confeccionado por Madera Benítez. Llevó el pelo totalmente recogido con un tocado de filigrana hecho por Paula Alcázar, que estuvo inspirado en el rosario que acompañó al ramo, presente de su suegra. El novio, por su parte, se alistó en el hotel La Misión en compañía de su familia.

Paty y Mariano se encontraron en la parroquia La Piedad para unirse en un día muy especial, pues era el cumpleaños de él. Poco pudieron hacer para contener las lágrimas de emoción. “Al pie de la iglesia me llené de emociones: felicidad, nervios, ansiedad, ganas de reír y de llorar. Pero más que nada sentía que me explotaba el corazón de tanto amor”, confesó la novia. Al término de la ceremonia religiosa, compartieron una elegante recepción al aire libre en el Club Centenario de Surubi’i.

Los nuevos esposos escogieron la canción Marry Me, de Train, para su primer baile de casados. La pista estuvo bien animada durante toda la fiesta, cargada de efectos especiales que Mariano preparó como sorpresa para sus invitados de la mano de Show Tech. Los mejores recuerdos de ese día fueron capturados por la lente de Julio Zárate.

DETALLES

Paty y Mariano tuvieron una wedding planner muy especial: Camila García, hermana del novio, quien acompañó muy de cerca cada detalle de ese día, que salió a pedir de boca. La deco, a cargo de El Depósito, tuvo como protagonistas a los helechos del jardín del papá de Mariano, que se mezclaron con miles de lucecitas. Otro detalle hecho en familia fueron las velas artesanales y planteritas de suculentas en cada mesa. La coordinación estuvo en manos de Valentina Pangrazio, de The Vow.