UNA VIDA JUNTOS

Kiara Barbini Bedoya y Patrick Jacks Serrati se citaron sin conocerse una noche de 2019. El encuentro fue en el restaurante 1688. Esa agradable velada intercambiaron risas y la conexión fue innegable; sin saberlo, la historia los condujo al altar. Dos años de novios fueron suficientes para tener certeza de que querían estar juntos hasta el final.

El 30 de diciembre de 2020, con la familia reunida en San Ber, Patrick vio que era la oportunidad perfecta para hablar de matrimonio. Antes de ir a Villa María para compartir la cena de fin de año, la llevó a un lugar en donde se apreciaba el maravilloso ocaso, y allí le pidió que sea su esposa. Ella aceptó y el encuentro familiar fue propicio para anunciar la boda.

Los novios recibieron la bendición nupcial en la parroquia San Lorenzo de Altos, en una íntima ceremonia. Con familiares y amigos de testigos, se convirtieron en marido y mujer ante Dios.

Los contrayentes junto a sus cortejitos, Augusto Mendonca y Emma Walder; y sus padrinos: Osvaldo Barbini, Leticia Bedoya, Andrea Serrati y Rubén Jacks.

La fiesta se realizó en la misma ciudad que los vio comprometerse: San Bernardino. El atardecer fue testigo de la promesa de amor cumplida. El festejo, coordinado por Désireé Grillon, fue descontracturado y con mucha personalidad. Como prueba de ello, la novia lució calzados deportivos y un vestido corto para disfrutar del baile; el menú innegociable fue el favorito de la familia: milanesas; y para la merienda: chipa con cocido.

Nicole Jacks, cuñada de Kiara, se encargó del traje nupcial. La falda tenía 85 metros de tul en capas y se transformaba de un vestido largo a uno corto. Un delicado tocado de Paula Alcázar complementó el look.

DETALLES

La idea de los novios era clara: querían conjugar naturaleza, atardecer, jardín y fiesta. Los profesionales de We Do Producciones lo entendieron a la perfección y crearon un ambiente que superó sus expectativas. Talleyrand dispuso el menú; los bombones fueron de Lari Fustagno, la torta la preparó Adalia Martínez y la merienda estuvo a cargo de Feliciana Fariña. Para capturar cada momento de la boda, la pareja confió en el fotógrafo Julio Zárate, quien supo enmarcar la felicidad del gran día.