EL RECUERDO MÁS GRATO
Sofía Ljunggren Del Río estaba rodeada de sus amigas, las luces del salón titilaban en tonos dorados y la música de Gianluca Lozano marcaba el ritmo perfecto. Ella bailaba sin preocuparse por nada: era su noche, su quinceaños, y lo vivía a plenitud, riendo y posando para fotos que guardarían para siempre el brillo de su felicidad. Ese fue el momento que atesora, lo que más disfrutó de aquella velada.
La celebración tuvo lugar el 10 de octubre en Nino Hotel Boutique. La quinceañera escogió brillar con un diseño de La Paix, un vestido de cuello bote y apliques bordados. El espacio, transformado por El Depósito, lució un estilo clásico y femenino, con delicados moños, flores y plantas naturales, todo muy etéreo.
Luego de que los invitados llegaran a la recepción, Sofía tomó la mano de su padre, Carl Ljunggren, y bailaron bajo las luces suaves del salón el tradicional vals. Un instante tierno, el tipo de recuerdo que uno quiere guardar en un cofre toda la vida. La velada continuó con risas, abrazos y más baile. La quinceañera no dejó la pista ni un segundo y, con sus amigas, celebró hasta el último ritmo, porque hay noches que no se cuentan, se viven.
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