ATMÓSFERA EXCLUSIVA

Las hermanas Antonella y María Bo nos presentan el proyecto familiar donde habitan sus sueños. Un original concepto: galerías de arte, exquisita gastronomía y máxima privacidad se conjugan en el exclusivo hospedaje del cual están a cargo, para disfrute de viajeros y propios. En esta edición, nos abren las puertas de este lugar digno de admiración, para conocer su vasta historia. Bienvenidos a Nino Hotel Boutique.

Fotos: Ismael Prado. Dirección de producción: Bethania Achón.

La idea de abrir un alojamiento como familia rondó sus mentes por años, ya que algunos de los Bo habían incursionado en ese mundo directa o indirectamente, así que el deseo de volver a hacerlo quedó latente. A Antonella y María Bo –abogada y periodista de carrera, respectivamente–, el rubro hotelero las cautivó hace ya un tiempo y esta vez se lanzaron de lleno. Su ascendencia italiana tuvo mucho que ver en la decisión, pues les encanta recibir a gente y hacerla sentir como en casa.

Todo comenzó en 2016, cuando Antonella y María decidieron mudar sus oficinas empresariales del centro de Asunción a lo que hoy se conoce como el Complejo Little Italy. En esa área se instalaron por más de cuatro años junto a ingenieros, arquitectos y otros profesionales para crear Nino Hotel Boutique. La razón de tan arduo trabajo resultó en la distinción de este hospedaje sobre tantos otros existentes en Asunción.

Su gran encanto reside justamente en la locación: una antigua fábrica conocida anteriormente como América Textil. “La propiedad estuvo abandonada por mucho tiempo, hasta que pasó a formar parte del patrimonio familiar. Data aproximadamente de los años 30 o 40. Arquitectónicamente es una joya, con naves gigantes. Incluye una de casi 2.000 m² sostenida sin ninguna columna”, cuentan. Hallar dónde asentar su idea no fue ningún problema, pues esa vieja hilandería las enamoró desde el primer momento y tomó la forma de un distinguido hotel.

Su esencia fue respetada gracias al compromiso y la insistencia de la familia Bo. “Nos adaptamos completamente a lo que había. Es por eso que cada habitación es distinta en diseño y dimensiones, así como todo el hotel. Nos acomodamos a cada muro que encontramos, salvamos hasta los antiguos ladrillos de la construcción, así como también conservamos en parte los pisos originales”, relatan.

El nombre del sitio responde a un profundo homenaje a la memoria de su querido abuelo Santiago Nicolás Bo, conocido por los suyos como Nino. Al preguntarles a las hermanas cuánto significó este hombre en sus vidas, ellas no hacen más que expresar halagos. “Don Nino era un trabajador incansable. Fundó numerosas empresas en Paraguay y empleó en ellas a centenares de compatriotas. Fue una persona reconocida por su gran carisma y habilidad para los negocios, y por saber disfrutar de los distintos placeres de la vida, entre ellos, su amor por el arte”, comentan.

Esta es una de sus herencias más preciadas, que Antonella y María supieron incorporar al hotel boutique, donde cada rincón cuenta una historia y los detalles no son casualidad. “Somos una familia amante de las antigüedades y de las obras de arte. En Nino Hotel Boutique contamos con piezas de distintas épocas y procedencias, tanto de artistas nacionales como internacionales”, aseguran. Esta familia, apasionada por la decoración que relata vivencias, apuesta por integrar lo antiguo con lo nuevo como su sello característico, para una estadía inolvidable. 

Mobiliarios de época, cuadros, esculturas, gobelinos, pisos de parqué, mármol italiano, lámparas de bronce y plata, alfombras persas y hasta un gran piano alemán del siglo XIX son parte de la colección privada de los Bo, expuesta a lo largo y ancho de las instalaciones, que incluyen las 11 habitaciones curadas hasta el más mínimo detalle. Este exclusivo hotel boutique cuenta con un Business Center para reuniones ejecutivas, un sofisticado Gran Salón con bar para relajarse y una cafetería donde se aprecia parte de la Colección Nino. El jardín y la terraza, ornamentadas con fuentes de agua y esculturas, evocan a las antiguas villas italianas que inspiraron estos espacios.

ESTA ES LA REALIZACIÓN DE UN SUEÑO FAMILIAR ANHELADO POR MUCHO TIEMPO, Y NOSOTROS LO ESTAMOS VIVIENDO

La Trattoria Tony es la cocina que deleita a los huéspedes de Nino Hotel Boutique. Con más de 10 años en el rubro, Colaso Bo –propietario, chef y hermano de Antonella y María– encanta con platos que fusionan la gastronomía italiana con la paraguaya, basados ‒muchos de ellos‒ en antiguas recetas transmitidas de generación en generación en la familia. El exquisito menú es tan amplio que incluye desde carnes y pescados hasta mariscos, pastas frescas, risottos y dulces. Posee, además, una carta de vinos y champanes acorde, para una experiencia sensorial completa.

Ante nuestra interrogante acerca de cómo es llevar adelante un hotel, las hermanas nos cuentan que “es todo un desafío, pero al mismo tiempo es muy gratificante. Realmente nos complementamos porque cada uno actúa y aporta desde un lugar diferente. Esta es la realización de un sueño familiar anhelado por mucho tiempo, y nosotros lo estamos viviendo”.

El lujo de este hotel-museo reside en lo que alberga: una colección privada de un valor sentimental incalculable para los Bo. Otra arista que distingue a Nino Hotel Boutique es que es el primer establecimiento exclusivo para adultos en Paraguay, criterio que lo hace único en su clase. “Elegimos esto por la esencia misma de Nino, el cual por un lado requiere de mucho cuidado y preservación, y por otro, porque apuntamos a que sea un espacio donde uno encuentre tranquilidad y privacidad”, afirman.

El hecho de ofrecer contadas habitaciones la hace bastante segura para su estadía en la nueva normalidad. Actualmente, Nino Hotel Boutique está habilitado en modalidad soft opening, mediante reservas con previo aviso y con todos los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. La estructura resalta en el barrio Villa Morra sobre las calles General Garay entre Moisés Bertoni y Del Maestro, en el corazón del nuevo centro financiero y comercial de la capital, a solo 15 minutos del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi y del Centro Histórico de Asunción, ideal para personas que viajan por negocios o placer.

Como tantos otros emprendedores, la familia Bo supo enfrentar los desafíos que supuso el covid-19. “La pandemia marcó un antes y un después para la industria hotelera. El gran desafío es adaptarse a esta nueva normalidad, que conlleva mucha más atención para con los procedimientos sanitarios y de bioseguridad requeridos para este momento que vivimos. Estamos preparados para el futuro y esperamos pronto darles la bienvenida en Nino Hotel Boutique”, finalizan.