MÁGICO AMOR
A veces, el destino se disfraza de coincidencia. Paloma Díaz de Vivar Angulo y Rafael Saurini Samaniego se conocieron cuando apenas tenían 15 años, en un viaje a Disney, donde la magia suele quedarse en los recuerdos, pero en este caso los acompañó hasta el altar. Así empezó su historia: sin guión, sin sospechar que serían novios por nueve años. Crecieron de la mano, vivieron juntos muchas etapas y construyeron una relación sólida y llena de complicidad.

El 18 de octubre, la historia tuvo su capítulo más esperado: su boda en la iglesia San Lorenzo de Altos. Ese día amaneció con una luz distinta, y Paloma lo sintió desde que abrió los ojos: una mezcla de emoción serena y certeza absoluta, pues era la fecha que había imaginado tantas veces. Sin embargo, todo se sentía natural, como si la vida simplemente hubiera llegado a su punto exacto. Se preparó en la casa de sus padrinos, entre risas, emoción y la energía positiva que flotaba en el aire.

Ya lista, ataviada en un vestido creado por Javier Saiach, partió rumbo a su cita más importante en compañía de su hermano, a bordo de un Alfa Romeo GTV, un detalle que reflejó la esencia de ambos: clásica pero con personalidad. En la puerta del templo la recibió su padre, Javier Díaz de Vivar, que le dio un tierno beso en la frente. Entonces se abrieron las puertas. Los ojos de Paloma buscaron los de Rafa y el mundo pareció detenerse por un instante. “Sentí que todo cobraba sentido, que todo valía la pena”, cuenta la novia. Y así, en una emotiva ceremonia religiosa, dieron el sí, quiero.

Luego de hacerlo oficial ante Dios, con todos sus seres queridos de testigos, los nuevos esposos compartieron una elegante recepción en Es Vedrá de San Bernardino, con la impecable ambientación de Óscar Guccione y Festiva. El paisaje del lago se integró de manera orgánica con la decoración, con tonos naturales, luces cálidas y una atmósfera romántica. Al caer el sol, el reflejo dorado sobre el agua completó la postal. Paloma y Rafa hicieron su entrada al ritmo de Hookiao, de Lil Silvio y El Vega. Luego, la pista se encendió con el set del DJ Giuliano Montepaone.



