PARAÍSO TROPICAL

A veces, los acontecimientos más memorables no son los que marcan una fecha exacta, sino los que cumplen los sueños. Así fue para Alena Torres Prieto, quien celebró sus 15 un poco antes de su cumple, pues pronto habría de partir a Alemania de intercambio. Pero si algo demostró el festejo en Talleyrand Costanera es que la magia no se pierde, simplemente se anticipa.

En su gran noche, la quinceañera brilló con luz propia con un delicado diseño de Rebeca Schneiderman hecho exclusivamente para ella. Cada pliegue y cada encaje fueron pensados para contar su historia. Cuando cruzó las puertas del salón, se sorprendió: frente a sus ojos se desplegaba un sueño convertido en realidad. Adrián Aguirre logró con exactitud lo planeado por meses: un paraíso tropical moderno; una jungla de luces, color y frescura donde lo orgánico y lo lumínico se unieron en armonía. Alena sonrió, emocionada; era su mundo, su noche y todo brillaba con ella.

La agasajada recibió con alegría a cada uno de sus invitados y, luego, ya cerca de la medianoche, llegó el momento estelar: el vals con su papá, el instante con el que soñaba desde niña. Entre abrazos, luces y risas, la velada avanzó al ritmo de los DJs Pipo Pineda y Hallam. De esa manera, la quinceañera disfrutó de su fiesta, que fue también una despedida anticipada, una promesa del pronto reencuentro.

DETALLES

Detrás de cada detalle estuvo la organización impecable de Adriana Saccarello, quien se aseguró de que todo sucediera en perfecta armonía. Talleyrand preparó el menú de la noche y la mesa de dulces llevó el sello de Alesuki. Decoró We Do y Hallam dispuso unas pantallas gigantes continuas que atravesaron todo el salón con los colores de la fiesta. Por otra parte, Icónico fotografió a los invitados.