TARDE SOÑADA
María José Benítez Velilla y José Rodríguez González unieron sus vidas en una hermosa tarde, al caer el sol. La pareja decidió dar el gran paso después de dos años y medio de noviazgo. Aunque se conocían desde siempre, la chispa surgió más tarde y se consolidó en una relación que estuvo llena de metas compartidas, risas y compañía incondicional. Majo y José se citaron en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción en San Bernardino, el 24 de agosto a las 15.30. Tras prepararse en el Hotel Villa María, la novia partió rumbo al altar. Allí la esperaba su prometido, emocionado y muy feliz.
Majo, radiante y serena, hizo su entrada triunfal junto a su papá, Pedro Benítez, al compás de la canción Dispuesto a amarte, de Luciano Pereyra. El sacramento fue emotivo y muy especial, pues lo dirigió el sacerdote Victor Urrestarazu, muy cercano a la familia del novio. La pareja se dio el sí e intercambió alianzas ante todos sus seres queridos de testigos.
La recepción en Es Vedrá comenzó con una cálida bienvenida a los invitados. Mientras, los novios protagonizaron su sesión de fotos, con una gran vista al lago Ypacaraí. Cerca de las 17.30, la pareja entró a la fiesta con la canción You’re the First, the Last, My Everything, de Barry White, para luego dar paso al vals con los padres y los hermanos del nuevo matrimonio. Este instante se convirtió en uno de los momentos más emotivos y enérgicos de la noche para ambos.
Una vez liberados de todo protocolo, se dedicaron a celebrar y bailar durante el resto de la noche. Todo resultó mejor de lo que habían soñado, desde la previa hasta el último baile. Un día que quedará grabado en sus corazones.