AMOR GENUINO

Fue en la final de la Champions League en 2021. El Chelsea se alzó con la copa, pero los que también ganaron ese día fueron Celia Carolina Castillo Bigordá y Santiago Nicolás Escobar Bergues. En medio de la euforia y los festejos, entre la multitud y los comentarios futbolísticos, Celia y Santi fueron presentados por una amiga en común, y sin que ellos lo supieran, ese día marcó el inicio de una historia que con el tiempo los encaminaría hasta el altar.

Tres años después, tras un noviazgo donde el amor fue creciendo sólidamente, Santiago, sin más preámbulo, hizo la gran propuesta. No eligió un escenario pomposo, sino la calidez de su hogar. Allí preparó un almuerzo, y en un acto tan natural, le pidió a Celia que fuera su compañera de vida. Para ella no hubo dudas ni titubeos, solo la certeza de que aquel con quien había compartido sus sueños y sus días era el indicado.

En la fecha de la boda, Celia despertó tranquila al notar que les tocó un día hermoso. La llegada a la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, en San Bernardino, fue un momento de pura emoción. A bordo de un Rolls Royce, acompañada por su padre, su hermano, su hermana y su sobrina, ella avanzó hacia el altar donde Santiago la esperaba. Al descender del coche, sintió que el tiempo se detenía, que cada paso la acercaba más a ese instante único en el que sus vidas se unirían para siempre.

La ceremonia fue un reflejo del amor que se tienen el uno al otro. Dieron el sí ante las miradas y el afecto de sus seres queridos, que los acompañaron en su gran día. Tras la bendición nupcial, los invitados se trasladaron hasta la fiesta de bodas, que fue en el Club Náutico San Bernardino.

Mientras, los nuevos casados fueron hasta el muelle para protagonizar la sesión de fotos con Bere Crosa, para Desde el Alma. Bajo el cielo abierto, rodeados de naturaleza, Celia y Santiago entraron al ritmo de Por toda la vida, de Fonseca, y disfrutaron de la mejor noche de su vida con sus seres queridos.

TIME TO BE UNIQUE

La novia se preparó en el Hotel La Pinta, rodeada de sus seres queridos. Tamara Maluff, de La Paix, fue la artífice de su look nupcial. El traje tenía capas de telas sutiles que se combinaban en una sinfonía de texturas y fue el sueño de Celia materializado en su vestido. Llevó además un gran velo que flotaba a su alrededor, lo que le dio un aire de majestuosidad. El ramo fue una creación de Vita Rosa. Del peinado se ocupó Sergio Alonzo, y del makeup, Caro Álvarez.

DETALLES

La organización del evento estuvo a cargo de Adriana Saccarello. La decoración, obra de Floppy Gwynn y Pachi Maluff, transformó el espacio en un oasis de verdes y blancos, donde las velas y los veleros crearon una atmósfera romántica. El DJ de la noche fue Majul.