SUNSET LOVE

Muy seguros de su amor, Inge María Müller Cubilla y Sebastián María Angulo Guanes dieron el sí, quiero en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción en San Bernardino. Lo hicieron rodeados de sus seres queridos y los más emocionados fueron sus padrinos: Eugenio Müller Schukovsky y Gladys Cubilla Miranda; Rafael Angulo Achinelli y Cecilia Guanes Mersán.

 Desde que se conocieron supieron que eran el uno para el otro, por lo que fue muy natural que el siguiente capítulo de su historia fuera en el altar, ante Dios. En su gran día, la novia optó por un diseño de Lulú Ferrés, quien desde el primer día entendió los deseos de la novia: ella quería algo sencillo, que refleje su personalidad. Y así lo hizo: simple, romántico y atemporal.

La novia llegó a la iglesia en un antiguo Mercedes Benz decorado con margaritas. Con inmensa felicidad caminó hasta el altar acompañada de su padre. Pero lo más emocionante fue ver a Sebas que la esperaba visiblemente emocionado. Durante la ceremonia, la novia no pudo evitar derramar unas lágrimas de felicidad al observar que el momento que habían soñado y planeado juntos por más de un año finalmente llegó. Lo que más disfrutó de ese día fue tener a todos sus seres queridos reunidos y celebrando su unión.

La recepción de la fiesta se llevó a cabo en el Club Náutico, en su sede Lago Azul, a orillas del lago Ypacaraí. Allí, el cielo, las nubes y los rayos de sol formaron un telón de acuarela sublime, perfecto para el momento, a pesar del frío. Luego del enlace civil, los novios entraron con la música Volví a nacer, de Carlos Vives, y al baile se unieron todos los invitados. Fue un día de ensueño para Inge y Sebas.

DETALLES

La recepción de la fiesta se llevó a cabo en el Club Náutico, en su sede Lago Azul, a orillas del lago Ypacaraí. Allí, el cielo, las nubes y los rayos de sol formaron un telón de acuarela sublime, perfecto para el momento, a pesar del frío. Luego del enlace civil, los novios entraron con la música Volví a nacer, de Carlos Vives, y al baile se unieron todos los invitados. Fue un día de ensueño para Inge y Sebas.