EL DÍA SOÑADO
Luján Beatriz Prieto Quevedo y Marcos José Benítez Planás se conocieron hace varios años, pero el acercamiento recién fue en un cumpleaños en 2018, cuando todo se dio de manera natural entre ellos. Ella siempre sintió que José era el indicado. “Yo le dije a mis papás que sabía que me iba a casar con él, que traía paz a mi vida y nunca me había sentido tan feliz”, afirma. Luego de tres años y seis meses de noviazgo, elevaron su relación ante Dios y la ley. La fecha fue fijada para el sábado 1 de octubre en la capellanía Virgen de la Asunción. La novia pasó la noche antes en Palmaroga Hotel con su mejor amiga, Sere. Pese a la gran ansiedad, logró relajarse un poco y disfrutar de la previa. Para ese día tan importante, Luján optó por un diseño de Florencia Nicora; según cuenta, la eligió sin conocerla porque le gustaba mucho su estilo y confió plenamente en su talento. “Entre tantas dudas, un día me planteó la idea y simplemente me entregué; a medida que me probaba, iba entendiendo el modelo. Fueron meses demasiado divertidos, Flo se hizo realmente una amiga para mí y el día de la prueba final no podía cambiar nada, fue exactamente lo que buscaba”, rememora.
El sol regalaba sus últimos destellos cuando la novia arribó al templo y, acompañada de su padre, caminó hasta el altar en donde su prometido la aguardaba firme y ansioso. El día que tanto habían soñado finalmente se hizo realidad. Con todos los presentes de testigos y la bendición nupcial, Luján y Marcos se convirtieron en marido y mujer. Luego del sacramento del matrimonio, los nuevos esposos fueron a celebrar en una elegante recepción en Puerto Liebig. Entraron al festejo con la canción Ella es mi fiesta, de Carlos Vives; luego todo fue baile y diversión. Un comienzo perfecto.
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