ENLACE ETERNO
Mayo comenzaba a despedirse y los días grises de intenso frío se instalaban en las calles cuando Inés Cáceres Ratti y Tomás Mersán Riera se casaron en la ciudad de San Bernardino, luego de un dulce noviazgo de cuatro años.
La cita fue pautada para las 15.00 en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción. El novio llegó un poco antes, en compañía de familiares y amigos. En tanto, Inés terminaba de alistarse en el Hotel Del Val de Villa María con sus hermanas, su mamá, abuela, tía y una amiga. Lista, ya enfundada en su vestido de novia confeccionado por Madera Benítez, partió rumbo al encuentro de su prometido.
El templo estaba repleto. Muchos de sus seres queridos asistieron al día más importante de la pareja y aguardaban ansiosos el arribo de Inés. Ella llegó muy emocionada a bordo de un Alfa Romeo blanco y fue asistida por sus hermanas. Al bajar, su papá, Jesús Cáceres Volpe, le tendió la mano y juntos se dirigieron al altar, mientras el coro interpretaba en vivo la canción Dispuesto a amarte, de Luciano Pereyra.
Tras la bendición nupcial, los nuevos esposos fueron a celebrar con los suyos en una elegante recepción en el Club Naútico de San Bernardino, no sin antes aprovechar el maravilloso sunset que regaló matices de colores fríos, con el cielo y el espejo de agua del lago como telón de fondo para la sesión de fotos que protagonizaron, al mando del staff de Desde el Alma Fotografía.
La recepción fue dentro del salón, como también en los jardines del Club, con vista al majestuoso lago Ypacaraí y las canciones de Amadito Sarabia Cubas en la previa. Cuando los recién casados llegaron a la fiesta, lo hicieron con la canción Tan enamorados, de Ricardo Montaner. La pareja saludó a todos sus invitados y disfrutó con ellos cada segundo de aquel mágico día.